La tragedia griega se convierte por momentos en una comedia de enredos. Y eso que, como diría un castizo, no está el horno para bollos. Este lunes es un día crucial: quedan apenas unos días de que se cumplan todos los plazos que el Gobierno de Alexis Tsipras tiene para llegar a un acuerdo con sus acreedores y hay una reunión crucial del Eurogrupo prevista para esta tarde. De hecho, ayer domingo por la tarde, el propio Tsipras llamó a Angela Merkel y François Hollande para tratar de convencerles de la buena voluntad del Ejecutivo heleno.
Con este panorama, todo parecía ir en la buena dirección. Por la noche se filtraba que Atenas había enviado un nuevo documento a la troika (o las Instituciones, como ahora les llaman) que contenía avances en IVA y pensiones, dos de los grandes obstáculos de la negociación. Desde Bruselas, las señales eran esperanzadoras. El jefe de gabinete de Jean-Claude Juncker, Martin Selmanyr, incluso admitía en twitter que "la nueva propuesta griega es una buena base para avanzar" y las bolsas europeas comenzaban la semana con fuertes subidas.
Y entonces llegó la sorpresa. Peter Spiegel, corresponsal del Financial Times en Bruselas, desvelaba una novedad inesperada, llamativa y de consecuencias imprevisibles (puede que se quede en una anécdota o puede ser el comienzo de un desencuentro fatal). El Gobierno griego reculaba y anunciaba a las Instituciones que había mandado un documento erróneo. Vamos, que alguien se había equivocado y había enviado una versión no cerrada de las propuestas helenas.
3 sr officials tell me #Greece told institutions they sent wrong document at midnight. Have promised revised version http://t.co/ae5yDfC1U4
— Peter Spiegel (@SpiegelPeter) junio 22, 2015
¿Es una broma? Parece que no. Periodistas griegos también admitían que hay un nuevo documento con "pequeñas diferencias" sobre el original. ¿En qué consisten esos cambios? Todavía no se sabe. ¿Son de fondo o apenas unos retoques? No hay confirmación oficial. ¿Cómo puede equivocarse alguien en el envío del documento más importante, en el momento decisivo, con todos los ojos puestos en la negociación? Y no es la primera vez. En febrero, ya hubo una "confusión" que causó una enorme tensión en Bruselas, con el Gobierno griego diciendo que se trataba de un error y los acreedores perplejos con todo lo que pasaba.