El ministro de Economía de Grecia, Giorgos Stathakis, ha declarado a la BBC que las nuevas propuestas del gobierno heleno al grupo de acreedores "van a romper el nudo en el que habían entrado las negociaciones". Según ha explicado, a falta de detalles técnicos, esta nueva lista de reformas permitiría evitar el temido escenario de quiebra en el que muchos sitúan a Grecia en el caso de que no se llegue a un acuerdo.
¿Qué medidas darían pie a ese entendimiento que lleva resistiéndose casi medio año? Según Stathakis, hay tres propuestas centrales en el nuevo documento presentado por el gobierno griego:
- Un nuevo impuesto aplicado a las empresas.
- Un gravamen especial que se cobraría a las rentas más altas.
- Una amalgama de subidas selectivas en el IVA, con el grueso de bienes y servicios al 23%.
Los números de las subidas fiscales
Hasta aquí la versión oficial. No obstante, el medio Kathimerini, que ha accedido a una copia de la propuesta que permite concretar el alcance de los aumentos tributarios de los que habla el ministro de Economía del gobierno de Syriza.
Brussels correspondent @Elbarbie has page from Greece's proposals showing planned fiscal measures via @kathimerini_gr pic.twitter.com/c2v6gXRE64
— Kathimerini English (@ekathimerini) junio 22, 2015
Según este informe filtrado a los medios, la subida del IVA equivaldría al 0,38% del PIB en 2015 y al 0,74% en 2016. En total, 2.040 millones de euros.
Por otro lado, el aumento generalizado de las cotizaciones sociales sería del 3,9%, suponiendo 1.150 millones de euros en los dos próximos años. A eso se sumaría una tasa adicional del 0,5% que se traduciría en 370 millones de euros más de recaudación. Por último, se aplicaría un tercer recargo a las cotizaciones, planteado como un aporte al sistema sanitario, que añadiría 240 millones de euros a la presión fiscal del país heleno.
Para las empresas con beneficios de más de 500.000 euros, el Ejecutivo tiene previsto un tributo adicional del 12% que elevaría la recaudación en 1.350 millones de euros. Por otro lado, el Impuesto de Sociedades subiría en 2016 del 26% al 29%, con un coste de 410 millones. En este capítulo también entraría el citado recargo a los contribuyentes de rentas altas, que tendría un impacto de 470 millones en el bolsillo de los griegos.
También propone Syriza la aplicación de un impuesto a la publicidad en televisión (200 millones de euros) y la ampliación del gravamen cobrado a la compra de yates y bienes de lujo (94 millones de euros). Otras vía de ingreso sería un impuesto derivado de la concesión de nuevas licencias de lotería (350 millones) y otra tasa aplicada a nuevos permisos para operadores 4G y 5G (350 millones). En suma, hablamos de un "rejonazo fiscal" de 6.674 millones de euros.
Por la vía del ajuste del gasto, apenas se anuncian 200 millones en reducciones del gasto en defensa y 360 millones vinculados a límites más estrictos para el cobro de las prejubilaciones. Por tanto, si sumamos las medidas planteadas para 2015 y 2016, vemos que ascienden a 7.234 millones, de los que alrededor del 90% serían aumentos de la presión fiscal y de los ingresos públicos, frente a un 10% que serían reducciones del gasto.
Los contribuyentes pagarían el pato
A cambio de estos "rejonazos fiscales", el gobierno de Syriza espera ahorrarse la necesidad de aplicar medidas de austeridad en el gasto público. Esta opción también se apoyaría en una relajación del superávit primario esperado para 2015, que pasaría a ser del 1% del PIB para el presente ejercicio hasta alcanzar el 3% en 2017.