El régimen socialista de Ecuador ha dado marcha atrás y ha anunciado una retirada temporal de sus polémicas reformas tributarias centradas en revisar al alza los impuestos aplicados a las herencias. Bajo el marco que proponía el gobierno de Rafael Correa, la tasa que podían a llegar a pagar los contribuyentes rondaba el 80%.
De acuerdo con el mandatario andino, esta propuesta será retirada "de manera temporal". ¿El motivo? Correa quiere que el país se encuentre "en un ambiente de paz, regocijo y reflexión" durante la visita del Papa Francisco, anunciada para la primera semana de julio.
En las últimas semanas, la oposición política encabezada por el empresario Guillermo Lasso venía realizando importantes movilizaciones en distintas ciudades del país. Desde la llegada de Correa al poder no se recordaba una sucesión de concentraciones con tanta concurrencia.
Desde el Palacio de Carondelet apuntan que esta decisión es necesaria "para evitar que la oposición siga provocando violencia". Por otro lado, Rafael Correa llamó "mentirosos" a quienes defienden que las leyes propuestas por su Ejecutivo afectan a la clase media y a los pobres. El dirigente socialista también citó en las urnas a sus adversarios políticos, afirmando que les derrotará "una y mil veces".
Rejonazo fiscal a la venta de bienes inmuebles
Además de los elevados gravámenes que se aplicarían en las herencias, Correa también puso encima de la mesa un impuesto que llegaría al 75% y se aplicaría a los beneficios obtenidos por la venta de bienes inmuebles.
El umbral a partir del cual entraría en vigor esta medida no sería precisamente elevado, ya que cualquier operación con una ganancia superior a 8.500 dólares quedaría sujeta al nuevo impuesto creado por el régimen andino.