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Tres mitos sobre el trabajo de los españoles, sus salarios bajos y su productividad

Ni trabajamos menos que en el norte de la UE, ni nuestros empresarios son más ineficientes, ni nuestras leyes dejan desprotegidos a los empleados.

Los salarios de los trabajadores españoles no son especialmente elevados, al menos si se comparan con los de los demás países ricos de la UE. Y la razón es que nuestra productividad tampoco está a la altura de la de nuestros vecinos. Como explicábamos este viernes en Libre Mercado, los sueldos y la productividad están directamente relacionados y, a largo plazo, las subidas y bajadas de una explican las de los otros.

Dicho esto, habrá quien se pregunte por qué entonces es tan baja la productividad en España. Hay muchas explicaciones (mercado laboral que no funciona, mala formación en el sistema educativo y a lo largo de la carrera profesional, legislación poco favorable a la iniciativa privada,...). Cada uno puede escoger la que considere más importante. Pero normalmente hay tres-cuatro culpables a los que se alude siempre que sale el tema de los salarios. El problema es que no son ciertos. Son de esos mitos que se repiten, pero no tienen base en el mundo real.

Empresas mal gestionadas

El primer mito es el que dice que las empresas españolas no están bien gestionadas o que los empresarios patrios son peores que los extranjeros. Vamos, que el problema parte de unas compañías anticuadas o de unas formas de organización pasadas de moda. Como en todas partes, habrá buenos y malos empresarios, pero las cifras no corroboran esta creencia.

No hay más que mirar los dos siguientes gráficos. Muestran la productividad según el tamaño de las empresas. En el primero, del Círculo de Empresarios, se compara a las empresas españolas con las americanas, británicas y alemanas. Puede verse que no hay grandes diferencias. Eso sí, en todos los países se repite el mismo patrón: a más tamaño, más productividad.

Círculo de empresarios

En el segundo gráfico, del BBVA, se ponen números a esta productividad por tamaño. Se compara a España con Alemania y los grandes países de la UE, tanto en el sector servicios como en el manufacturero. Y aquí llegan algunas sorpresas: por ejemplo, a igualdad de tamaño, nuestras empresas son más productivas que las germanas y no están muy lejos de la media de los países ricos de la UE.

BBVA

Y entonces, por qué nuestras empresas en conjunto son mucho menos productivas. Parece claro que no es porque lo hagamos mal. En igualdad de condiciones, nos comparamos bastante bien con nuestros vecinos. El siguiente cuadro lo explica. No jugamos en igualdad de condiciones. Nuestro tejido empresarial está dominado por las pymes y micropymes, entre otras cosas porque nuestra legislación dificulta su crecimiento.

BBVA

¿Vagos?

Habrá quien piense que si no es problema de los empresarios quizás sea culpa de los trabajadores. Y aquí resurge el mito del español vago, de la siesta o del sur de Europa perezoso y el norte emprendedor. Pues bien, es sólo eso, otro mito. Según Eurostat, España está en la mitad de la tabla en cuanto a media de horas trabajadas al año, bastante por encima de muchos de los países más ricos, como Dinamarca, Bélgica o Finlandia.

Eurostat

En realidad, tampoco es que allí sean menos trabajadores que nosotros. Simplemente, son más productivos y son capaces de generar más en menos horas. De hecho, salvo algunas excepciones (como Reino Unido), la cantidad de trabajo correlaciona de forma negativa con la riqueza. Los países del Este tienen jornadas más largas, entre otras cosas para compensar su menor productividad y poder competir con los países más ricos.

Capitalismo salvaje

Llegados a este punto, muchos mirarán al sistema a ese "capitalismo salvaje" al que se culpa de casi todo. Políticos, tertulianos o sindicalistas aseguran que la reforma laboral ha desequilibrado las relaciones entre trabajadores y empresarios en favor de estos últimos. Y por eso, ahora, se pueden bajar salarios, despedir con impunidad o manejar a los trabajadores como le venga en gana al empresario. El problema es que tampoco parece que los datos lo avalen.

Por ejemplo, los siguientes tres gráficos muestran el coste del despido en España en comparación con otros países, la flexibilidad laboral en Europa, según el Índice de Libertad Económica del Wall Street Jornal y la Fundación Heritage, y la comparación entre España y dos de los países que se cogen como modelos a menudo por los derechos que otorgan a sus trabajadores. No sólo no hay diferencias, sino que, si acaso, el sistema español es más paternalista que el de los países de nuestro entorno. Quizás sea hora de preguntarse si todos esos "derechos" de los que tanto se habla son una ayuda o una rémora para esos mismos trabajadores a los que se supone que defienden.

Libertad laboral (Índice de Libertad Económica WSJ)

Libertad laboral (Índice de Libertad Económica)

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