Eran las 3:09 de la mañana cuando alguien se dio cuenta de que las oficinas de la Administración Tributaria en Kratvej (Dinamarca) estaban en llamas y avisó a la Policía. Para sorpresa de las autoridades, cuando acudieron a extinguir el fuego se encontraron con que el foco procedía de los diez coches oficiales de los inspectores de Hacienda. Los vehículos aparecieron totalmente calcinados, tal y como ha recogido la publicación ExstraBladet.
La Policía danesa todavía está siguiendo las pistas que le lleven hasta el culpable de la acción, al que algunos ya han apodado como Tax Man (El Hombre Impuesto). A pesar de que Dinamarca es uno de los países con mayor presión fiscal de la OCDE, las autoridades no han querido pronunciarse sobre si el suceso ha sido un acto contra el sistema o simplemente un episodio de vandalismo.
Esta no ha sido la única acción violenta que se lleva a cabo contra el fisco en los últimos años. El 18 de febrero de 2010, un hombre que estaba siendo seguido por el Departamento de Tesorería de EEUU (IRS), y con varias órdenes de embargo, estrelló su avión en una misión suicida directamente en el edificio del IRS en Austin, Texas.