José María González Santos, más conocido como Kichi, podría convertirse en el nuevo alcalde de Cádiz. Su candidatura por la plataforma Por Cádiz sí se puede contaba con la simpatía de Podemos; de hecho, el propio Kichi mantiene una relación sentimental con Teresa Rodríguez, líder de la formación de Pablo Iglesias en Andalucía.
González Santos, de 39 años de edad, es profesor de instituto pero goza de la condición de liberado sindical. Casado y con dos hijos, cambió a su esposa por Rodríguez al poco de nacer su segundo vástago. Como cantante de chirigotas lidera el grupo El Callejón de los Santos.
Preguntado por su falta de experiencia en cargos de responsabilidad, Kichi ha declarado que "reúne todas las cualidades que debe tener un candidato". Reconoce que es un "dechado de defectos" pero destaca su "honestidad, valentía y ganas". Por último, apunta que "un buen alcalde puede y debe ser otra cosa que un burócrata enterrado entre papeles".
El gasto lo decidirán las asambleas de barrio
¿Qué propone Kichi para la capital gaditana? Las medidas centrales de su programa apuntan a un aumento de la participación ciudadana, objetivo que se plasmaría marginando al pleno municipal y volcando la toma de decisiones hacia organismos de nuevo cuño como los consejos deliberativos, las asambleas de barrio o los jurados ciudadanos.
A esto se unirían consultas y votaciones en las que podrían participar los mayores de 16 años, así como "audiencias públicas", "paneles ciudadanos" y programas de la televisión local enfocados en esta dirección.
Estos nuevos mecanismos de deliberación política tendrían un rol central a la hora de determinar "los gastos no fijos del presupuesto del Ayuntamiento", ya que Por Cádiz sí se Puede quiere desarrollar "presupuestos participativos" en los que el gasto público desembolsado desde el consistorio venga determinado a través de estos nuevos foros.
De acuerdo con el programa electoral de la formación que lidera Kichi, este nuevo proceso presupuestario constaría de cuatro fases. En la primera, se determinaría qué parte del gasto público queda delegada a lo que decidan quienes participen en estos mecanismos. En la segunda se analizarían los distintos "proyectos" planteados al municipio. En la tercera se procedería a la "discusión de prioridades", mientras que en la cuarta se desarrollarían los programas elegidos.
¿Qué procedimiento se aplicaría para seleccionar a quienes participarán en estos procesos de "presupuestos participativos"? El programa de la formación apunta que primero se "definirán las competencias y títulos necesarios para poder ejercer la labor de asesoría". Aunque la legislación impide que las decisiones recomendadas por estos cargos externos sean vinculantes, Por Cádiz sí se Puede se ha comprometido a apoyar las propuestas recogidas por esta vía.
Si la "participación ciudadana" va a más, el parlamento democrático municipal va a menos. De hecho, Kichi habla abiertamente de "limitar el salario a todos los concejales a tres veces el salario mínimo". El entusiasmo por el desarrollo de nuevos mecanismos deliberativos choca con el castigo a los concejales del Ayuntamiento, a pesar de que dicho foro es el único legitimado para la toma de decisiones.
Impago de la deuda y relación con los bancos
Retomando un mensaje recurrente en los programas electorales de Podemos y sus formaciones afines, el partido que aspira a gobernar Cádiz coquetea con un posible impago de la deuda del Ayuntamiento, aunque sin prometerlo de forma explícita. En concreto, el programa de la plataforma gaditana habla de desarrollar "una auditoría de la deuda municipal" que serviría "para decidir qué medidas se tomarán al respecto".
En paralelo, Por Cádiz sí se Puede plantea la "incorporación de cláusulas éticas en las contrataciones del Ayuntamiento con los bancos", hablando de "priorizar el trabajo con entidades cuyo fundamento sea el desarrollo ético social". ¿Qué significa esto? Según apunta el programa electoral, las elegidas serían las firmas financieras "que persigan la creación de riqueza en la sociedad de forma responsable, sin buscar el lucro a partir de activos tóxicos".
Explosión de gasto público
Aunque el programa apenas aporta cifras, muchas de las medidas que defiende Kichi suponen un repunte de los desembolsos del Ayuntamiento:
- Ampliar el catálogo de bienes culturales: el municipio "proporcionaría los recursos financieros para conservar y proteger los activos recogidos en el nuevo catálogo".
- Uso mayoritario del transporte público: se habla de "un plan racional que transforme la movilidad", abarcando a la ciudad de Cádiz y a las 400.000 personas que viven en su bahía. También se propone "reducir significativamente el tráfico" y de "promover edificios sin plazas de aparcamiento". Además, se habla de "ampliar el horario nocturno de autobuses", de "renovar el parque móvil municipal", de "impulsar un servicio público de bibicletas", de financiar "campañas de promoción de la movilidad sostenible" o de "unir Cádiz con Puerto Real a través de un carril-bici".
- Flamenco y carnavales: Kichi quiere "crear un centro permanente donde haya actividades relacionadas con el Carnaval durante todo el año". Además, plantea "potenciar el flamenco en Cádiz" a través de distintos programas impulsados por el Ayuntamiento.
- Revisión de la Zona Franca: el programa de la plataforma habla de "reconvertir" este espacio de trato fiscal preferente, para lo que se anuncia "un diálogo con las instituciones implicadas, el sector empresarial y financiero, los agentes sociales y políticos...".
- Fin de la prestación de servicios públicos por parte de empresas privadas: empleando el término de "re-municipalización", la formación critica que el consistorio cuente con proveedores para la prestación de servicios varios. Ante contratos ya firmados, se habla de "establecer fuertes multas".
- Vivienda gratuita: Por Cádiz sí se Puede defiende la instauración de un "protocolo" que permita que el Ayuntamiento "garantice" a las familias "una vivienda alternativa" en la que puedan "alojarse hasta resolver sus problemas habitacionales". También se habla de un trato diferenciado en el IBI, convertido así en herramienta para forzar a los propietarios a dar a sus inmuebles el uso que el Ayuntamiento vea más conveniente.
- No a los espectáculos con animales: el programa habla de "establecer una normativa estricta prohibiendo el uso de animales para su exhibición en espectáculos", lo que prohibiría la actividad de circos, espectáculos taurinos, muestras ecuestres, etc.