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Los aviones privados imitan a Uber y captan clientes con un modelo de suscripción

Las rentas altas que no pueden adquirir su propia aeronave ya no tienen que viajar con las aerolíneas comerciales. He aquí su nueva opción.

Las rentas altas que no pueden adquirir su propia aeronave ya no tienen que viajar con las aerolíneas comerciales. He aquí su nueva opción.
El nuevo fenómeno de las clases altas de EEUU | Surfair

Que a los ricos les gusta viajar con comodidad no es ninguna novedad. Fue precisamente esa mentalidad la que empujó a las aerolíneas comerciales a impulsar una clase diferenciada para los viajeros con mayor poder adquisitivo.

Aunque esta opción ha mejorado la experiencia de los pasajeros más exigentes, los incómodos controles de seguridad y las largas esperas aeroportuarias han conspirado a favor de la aparición de nuevas fórmulas alternativas de vuelo.

Para los supermillonarios, la solución más evidente ha sido la de adquirir su propia aeronave. Sin embargo, esta opción tiene un elevado coste, por lo que diversos actores del sector han seguido buscando nuevas maneras de acercarse a aquellas rentas altas que esperan algo más de lo que ofrecen las aerolíneas comerciales, pero no pueden permitirse el lujo de comprarse su propio avión.

Evidentemente, los precios de estas nuevas opciones de vuelo son elevados y las opciones de vuelo son limitadas. Sin embargo, la comodidad es más que evidente, ya que los pasajeros apenas pierden tiempo en la terminal, salvando un breve control de seguridad.

Los primeros jugadores del nuevo mercado

Un ejemplo de las compañías que pretenden ocupar este nicho de mercado es Surf Air. Esta empresa de California vende a sus clientes el derecho a volar en sus aviones privados a cambio de un pago mensual de 1.750 dólares. De momento, los vuelos son regionales, con traslados entre ciudades del sur de California y polos de negocio como San Francisco o Silicon Valley.

No obstante, Surf Air ha consolidado su modelo y ya se prepara para ampliar la operativa a otras ciudades de la costa oeste de EEUU. De hecho, en la segunda mitad de 2015 podría inaugurar servicios parecidos en territorios como Florida o Texas.

Estos planes de expansión chocarán, probablemente, con el ex consejero delegado de la compañía, que ya prepara un negocio similar en ciudades como Nueva York. En este caso, los traslados hacia los Hamptons, Conneticut, Boston o Nueva Jersey serán el principal aliciente de un proyecto, Beacon, que no cuenta con una flota propia, sino que alquilará aviones a las empresas de la zona.

También es digno de mención el caso de Jumpjet. La empresa de Las Vegas empezó a volar en 2012, vendiendo por 2.350 dólares al mes el derecho a realizar diez vuelos a bordo de uno de los aviones de la firma.

Asientos sueltos en vuelos chárter

Otro caso de interés es el de Hobojet. Esta empresa de Arizona funciona como un intermediario para compañías de vuelos chárter que operan con distintos clientes preferenciales. Hobojet vende asientos sueltos en vuelos que no van al completo.

La ventaja de esta opción es que, a menudo, hablamos de operaciones que se cierran a última hora. A cambio, quienes fletan el avión se llevan parte del dinero negociado, mientras el resto llega a los bolsillos de los creadores de la plataforma.

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