Iberdrola prevé cerrar en el último trimestre del año la fusión con la eléctrica estadounidense UIL Holdings, adquirida en febrero por 2.650 millones de euros, y presentar los nuevos planes para el grupo a principios de 2016.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha señalado hoy en una conferencia con analistas que espera "obtener todas las autorizaciones" para la fusión entre el tercer y el cuarto trimestre del año, lo que permitiría al nuevo grupo empezar a cotizar en la bolsa de Nueva York, tal y como esta previsto.
Posteriormente, en el primer trimestre de 2016, Iberdrola planea presentar "las nuevas previsiones del grupo en un día del inversor", que incluirá objetivos, proyecciones de inversiones e incluso una posible actualización del dividendo.
En ese sentido, el presidente se ha limitado a reafirmar el compromiso de mantener los 0,27 euros anuales que se distribuyen actualmente, aunque ha apuntado que está revisando los planes de la compañía en todos los ámbitos. "No soñamos, sino que queremos manejar hechos y datos", ha insistido, y por ello ha instado a esperar a 2016 para ofrecer "los detalles cuando estén todos los planes listos".
Esta operación tendrá un impacto positivo en el resultado bruto de explotación (ebitda) de 60 millones de euros en redes, 40 millones en negocio liberalizado y 30 millones en renovables, según la compañía. Sánchez Galán ha recordado que la fusión con UIL se financiará a través de la salida a bolsa del grupo resultante, por lo que no se necesitarán instrumentos "extraordinarios".
Por otra parte, ha confirmado las previsiones de la eléctrica de superar los resultados de 2014 en términos de resultado bruto de explotación (ebitda) y beneficio neto recurrente, así como mejorar los ratios financieros, gracias a la "evolución favorable" de las divisiones de redes y renovables. "Contamos con todos los elementos para impulsar un crecimiento sostenible a largo plazo", ha subrayado.
Con respecto a los procesos electorales en España y el Reino Unido, Sánchez Galán ha descartado "hacer ningún comentario acerca de la agenda política", y ha instado a esperar a ver "cuáles son los planes" de los nuevos gobiernos para "adaptarnos a las nuevas circunstancias".
Sobre el posible cierre de centrales de ciclo combinado -hoy mismo publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) la autorización para el desmantelamiento de la planta de Castellón-, Sánchez Galán ha cifrado en alrededor de 800 millones de euros la depreciación por el cierre de cada unidad. En cualquier caso, ha apuntado que una vez que se obtenga la autorización "tenemos tiempo para decidir si cerramos o no cerramos".