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Comprar un billete de avión es misión imposible en Venezuela

Solamente los boliburgueses pueden viajar con facilidad al extranjero. Ante esta situación, las aerolíneas recortan un 50% su frecuencia de vuelos.

La combinación de hiperinflación y violencia rampante que atraviesa Venezuela han convertido al país latinoamericano en la economía más preocupante de la región. Día a día llegan nuevas noticias que confirman el deterioro social que está experimentando el país gobernado por Nicolás Maduro.

Esta semana, Venezuela es noticia por las enormes dificultades que están sufriendo sus ciudadanos a la hora de comprar un billete de avión. Como explica el diario El Nacional, "salir del país es cada vez más difícil, no solamente para los que desean emigrar sino también para quienes quieren viajar por vacaciones".

De acuerdo con el diario venezolano, "la tarea de conseguir pasajes de avión se ha convertido en un viacrucis". Estas dificultades que enfrenta la mayoría de la población contrastan, eso sí, con una minoría de ciudadanos que tiene "acceso a dólares y disfruta de un trato preferencial por parte de los operadores estatales".

Esta casta de privilegiados tiene nombre propio: se trata, claro está, de los llamados boliburgueses. Este término designa a venezolanos cercanos al régimen que, gracias a la corrupción y al favoritismo, consiguen esquivar la realidad a la que se enfrentan los demás ciudadanos.

El Nacional ha explicado que "el mercado negro de billetes de avión se ha convertido en la única salida para el venezolano común que quiere viajar". Evidentemente, este movimiento "en B" acarrea comisiones varias, lo que encarece más aún el precio de los desplazamientos aéreos. Se trata, por tanto, de elegir entre no volar... o volar pasando por el aro.

Iberia y Air Europa repliegan velas

Desde el año 2003, el control de cambio de divisas vigente en el país latinoamericano obliga a las compañías aéreas a vender los billetes en bolívares. A continuación, las aerolíneas pueden solicitar su conversión en divisas por parte del Estado. Sin embargo, el régimen ha congelado estas operaciones desde 2013, "atrapando" alrededor de 3.000 millones de euros.

Por este motivo, la mayoría de empresas del sector ha optado por reducir su frecuencia de vuelos y por ofertar los pasajes en dólares. Lo primero ha supuesto recortes que llegan al 50% en el caso de Iberia o Air Europa; lo segundo ha sido posible gracias a la venta por internet y a la comercialización desde el extranjero.

Otras compañías han seguido un camino aún más drástico: es el caso de Alitalia o Air Canada, que han dejado de operar en Venezuela. Incluso entre las aerolíneas estatales, la situación es caótica: según El Nacional, Conviasa no está ofertando vuelos a través de su web.

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