Daniel Hannan es uno de los dirigentes más destacados del Partido Conservador británico. El eurodiputado de los tories destaca por su claridad argumental y su firme compromiso con los principios de la libertad.
En esta entrevista exclusiva con Libre Mercado, Hannan analiza la actualidad política de las islas y anticipa los grandes temas que marcarán las próximas Elecciones Generales en su país. Además, se pronuncia sobre la crisis de la Eurozona y critica el "discurso infantil" de formaciones como Syriza o Podemos.
- Se acercan las elecciones generales en Reino Unido, ¿qué va a ocurrir?
Es imposible decir qué va a pasar. Ahora mismo las encuestas dan todo tipo de resultados: se habla de un escenario muy ajustado entre conservadores y laboristas... La historia apunta dos aspectos que conviene tener en cuenta: en los días previos a la cita con las urnas tiende a subir el apoyo al partido que gobierna y también suele repuntar la intención de voto que registran las formaciones de derechas.
En cualquier caso, es muy difícil predecir lo que va a ocurrir. De hecho, aunque los conservadores seamos el partido más votado, nuestro sistema electoral es tan complejo que el Gobierno podría caer en manos del laborismo. Por tanto, todo está en el aire.
- El laborismo británico ha pasado de la Tercera Vía de Tony Blair a posiciones mucho más izquierdistas bajo Gordon Brown y Ed Miliband.
Sin duda, los laboristas se han orientado mucho más a la izquierda, hasta el punto de que ya son un partido claramente socialista. En los 90, Tony Blair descubrió que podía colaborar con las empresas y avanzar parte de su programa de la mano del sector privado.
Aquella izquierda respetaba más o menos la libertad de mercado, aunque fuese para aprovechar la creación de riqueza de cara a expandir el poder del gobierno. Sin embargo, el laborismo actual ha dicho adiós a todo eso: Miliband parece un viejo líder laborista de la década de 1970...
- Pero justo ahora que Gran Bretaña supera la crisis y consolida el crecimiento y la creación de empleo, la intención de voto del laborismo ha repuntado...
Los partidos de derecha en Occidente tienen una desventaja: el electorado nos ve como competentes, como personas capaces de solucionar grandes problemas... pero también nos ven como partidos sin compasión, sin sensibilidad social.
Nos eligen cuando hay crisis económica. Para nosotros, lo normal es llegar al poder en tiempos de dificultad, pero en cuanto se da por superada la situación, el electorado se relaja y ya no cree que sean necesarios los recortes o las reformas.
En el Reino Unido hemos salido tan rápido de la crisis que hay una parte de los votantes que no está valorando lo difícil que ha sido darle la vuelta a la situación.
- La irrupción del UKIP introduce un elemento adicional de incertidumbre. Hablamos de un partido populista que, no obstante, comparte postulados con los partidos de derechas.
Con el sistema electoral que tenemos, es muy difícil que un nuevo partido como el UKIP llegue a tener una presencia parlamentaria importante. Las encuestas le dan el 13-14% del voto, pero en escaños apenas serían seis o siete asientos...
Sin embargo, ese 13-14% que se llevaría el UKIP afectaría principalmente al Partido Conservador. El voto de derecha amenaza con quedar fragmentado. Sumando nuestros apoyos a los del UKIP, llegamos al 50% de la intención de voto... pero por separado, los conservadores podemos perder la primera posición, lo que abre la puerta a la izquierda.
- ¿Cuál es el principal logro del gobierno de David Cameron?
Me da mucho orgullo que se esté creando mucho empleo en Gran Bretaña. Las estadísticas son increíbles: ¡en esta legislatura hemos creado más puestos de trabajo que en todos los demás países de la Unión Europea juntos!
En total, han sido 1,8 millones de empleos los que ha añadido el sector privado durante los últimos años. Esa cifra es el principal logro de los últimos años porque supone que las cosas han mejorado para muchas familias que lo estaban pasando mal.
- ¿Qué medidas han ayudado a esa recuperación del empleo?
Principalmente lo hemos logrado de dos formas. La primera: reformando el llamado "Estado del Bienestar". Nos hemos centrado en fijar límites al "gasto social", porque no queremos que sea más rentable quedarse en casa cobrando del Estado que salir a trabajar.
Bajo el modelo que heredamos del laborismo, una madre con un empleo de 15-20 horas semanales no tenía incentivos para mantener ese trabajo: le salía más rentable recibir ayudas públicas. Hemos cambiado eso, para romper un círculo vicioso que alimentaba el paro y generaba más gasto público.
Al mismo tiempo, hemos abordado una segunda reforma que ha sido esencial para crear más empleo. Queríamos que quienes trabajan reciban más dinero y lo hemos logrado bajando los impuestos. En el IRPF hemos elevado el mínimo exento para que los primeros 14.750 euros (10.600 libras) queden libres de impuestos. Solamente por encima de ese nivel de ingresos empieza a aplicarse el tipo correspondiente de IRPF.
- La economía era el principal reto, pero la mejora no ha evitado que la izquierda critique los "recortes" de Cameron.
Claro que hay recortes: hemos recortado el déficit, hemos recortado el desempleo, hemos recortado la inflación, hemos recortado los impuestos, hemos recortado los índices de criminalidad... Por eso la izquierda está nerviosa.
El déficit público está cayendo y ya es la mitad de lo que era al principio de la legislatura. De hecho, esperamos llegar a un superávit fiscal en 2018, combinando esa austeridad presupuestaria con rebajas de impuestos a familias y empresas.
- Mientras Gran Bretaña sale a flote, Europa sufre las embestidas del populismo izquierdista. ¿Qué le parece el ascenso de Syriza en Grecia o de Podemos en España?
Lo que vemos en Grecia es lo que pasa cuando le quitas la responsabilidad a los votantes y aceptas que la economía helena se debe controlar desde Bruselas. Si tratas a la gente como si fuesen niños, votarán también como si fuesen niños.
Lo que hace Syriza es lo mismo que hace Podemos en España: su programa es del todo infantil, pretenden quedarse en el euro sin asumir nada de lo que supone estar en el euro. Es un debate político infantil que da lugar a una sociedad infantil y una economía anquilosada.
- Usted es muy escéptico con el proyecto del euro. ¿Qué ha supuesto la moneda única para países como Grecia?
Sin el euro, los mercados ya le habrían impuesto una solución a la crisis griega. La deuda habría dejado de crecer hace tiempo, porque nadie habría seguido financiándoles hasta que no hiciesen las reformas necesarias. No obstante, se ha seguido rescatando y ayudando a Grecia, alimentando los problemas generados por la Unión Monetaria.