Hasta el momento, nada apunta a que las negociaciones entre Atenas y la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) llegarán a buen puerto. Un alto cargo de la zona euro alerta que, "simplemente, es imposible" negociar con el Gobierno de Alexis Tsipras, según informa el Süddeutsche Zeitung, uno de los periódicos más importantes de Alemania.
El ánimo de las instituciones europeas oscila entre la "frustración y resignación", y las fuentes consultadas avanzan que, se mantenerse la actual situación, será muy difícil alcanzar un acuerdo para desbloquear las ayudas pendientes antes de que expire el plazo marcado, a cierre del presente mes de abril.
En una reunión celebrada la semana pasada sobre las reformas de Grecia, a los socios comunitarios les sorprendió muy negativamente la incapacidad del representante heleno para negociar las condiciones que debe aplicar Atenas, llegando incluso a señalar que se comportó como una especie de verdulero a la hora de exigir el dinero pendiente del rescate.
Mientras, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, anunció en un comunicado que viaja este miércoles a la capital estadounidense, donde mañana asistirá a una recepción en la Casa Blanca y se entrevistará con Obama. En concreto, se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el jefe del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en Washington, donde participará en la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El jueves, el ministro de Finanzas pronunciará una conferencia sobre la crisis titulada La economía griega y sus socios internacionales en el instituto de investigación Brookings, un foro en el que también hablará su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble.
Según la agenda oficial, Varufakis se reunirá con Draghi el viernes por la mañana y por la tarde departirá con el secretario estadounidense del Tesoro, Jack Lew. También ese día, el titular de Finanzas heleno mantendrá un encuentro con el ministro de Finanzas de Italia, Pier Carlo Pandoan. El sábado, Varufakis participará en las reuniones del Fondo y a su término regresará a Atenas.
Sin embargo, entre cita y cita, Varufakis también ha encontrado un hueco para reunirse con el abogado Lee Buchheit, uno de los mayores expertos del mundo en reestructuraciones de deuda pública, socio del despacho Cleary Gottlieb.
Se trata de un encuentro relevante, ya que se produce a escasos días de la importante reunión del Eurogrupo prevista para el próximo 24 de abril, donde los socios comunitarios tendrán que decidir si desbloquean o no el último tramo del rescate internacional, cuya cuantía ronda los 7.200 millones de euros.
Las negociaciones entre Atenas y sus acreedores internacionales siguen encalladas debido al rechazo del Gobierno de Alexis Tsipras a mantener la senda de reformas y ajustes que exige el programa de asistencia.
Así, por ejemplo, el ministro de Trabajo heleno, Panos Skurletis, rechazó el martes la posibilidad de aceptar la liberalización completa de los despidos en el sector privado y la reducción de las pensiones públicas, dos de las principales exigencias de los acreedores para desbloquear la financiación pendiente. "Prometimos al pueblo que no habrá reducción alguna de las pensiones, tampoco la liberalización completa de los despidos. Se trata de las líneas rojas del Gobierno en las negociaciones", destacó.
El problema es que el Estado griego se está quedando sin liquidez para poder cumplir sus compromisos financieros y, al mismo tiempo, cubrir en tiempo y forma el coste de los sueldos y prestaciones públicas. Si no se llega a algún tipo de acuerdo a finales de este mes, Atenas corre el riesgo de entrar en default.
De hecho, el Ejecutivo de Tsipras baraja retener pagos de 2.500 millones al FMI, que debe realizar en mayo y junio, en caso de que las negociaciones con la troika fracasen, según informó al martes el Financial Times. Atenas negó esta información, pero el hecho de Varufakis se reúna con Buchheit en Washington reaviva, una vez más, el fantasma del impago.
Por su parte, el ministro de Reconstrucción Productiva, Panayotis Lafazanis, afirmó el martes que si Grecia no logra un acuerdo con sus socios europeos "no es el fin" para el país, porque "tiene muchas opciones". Entre otros escenarios, se baraja incluso la posibilidad de convocar elecciones generales en Grecia, lo cual sería interpretado como una especie de referéndum sobre la permanencia o no del país en la zona euro.