Hasta no hace mucho, la práctica totalidad de las noticias relacionadas con el Circo del Sol cubrían aspectos de lo más positivo. La compañía canadiense recibía el aplauso generalizado del público y la crítica mientras sus proyectos de expansión internacional alcanzaban cotas nunca antes vistas. Sin embargo, la situación actual de la empresa de entretenimiento refleja un fuerte deterioro en lo tocante a su desempeño financiero.
Un ejemplo del declive que está sufriendo el Circo del Sol son los ingresos derivados de sus giras en el Viejo Continente. Los espectáculos celebrados en Europa recaudaron en 2014 un 36,6% menos que en 2013.
Por otro lado, se calcula que la compañía organizó 400 espectáculos en Europa, frente a los 600 de 2012. Hablamos, por tanto, de una importante caída de la actividad. En este sentido, no sorprende que la filial encargada de organizar la gira por Europa de los distintos espectáculos de la compañía haya registrado pérdidas valoradas en casi 10 millones de dólares.
Los malos números de los últimos años han empujado al Circo del Sol a la aprobación de un ERE que ha acabado con 600 puestos de trabajo. A esto se une la mala crítica que han registrado las últimas apuestas de la empresa. De hecho, muchos de los últimos proyectos del circo canadiense apenas han cumplido unos pocos años en los carteles:
- En Japón, el show Zed apenas funcionó durante tres años.
- En Macao, el espectáculo Zaia corrió la misma suerte.
- En Las Vegas, el musical Viva Elvis cerró sus puertas dos años después del estreno.
- En Hollywood, el proyecto Iris apenas aguantó año y medio.
El fundador quiere vender la compañía
Considerando todo lo anterior, no sorprende que el fundador Guy Laliberté esté considerando la posibilidad de vender buena parte de sus acciones en la sociedad canadiense. En la actualidad, atesora el 90% de los títulos de la compañía propietaria del Circo del Sol. Laliberté ha acudido a las grandes casas de Wall Street para colocar su paquete de acciones: cuenta con el asesoramiento de Goldman Sachs y firmas británicas como TPG, BC Partners, CVC Capital o Permira han mostrado ya su interés.
A pesar de la crisis, se calcula que la empresa podría valer entre 1.500 y 2.500 millones de dólares. No obstante, la cuesta abajo que está siguiendo el Circo del Sol en los últimos años podría rebajar notablemente estas cifras, lo que explica la urgencia de Laliberté por cerrar una operación lo antes posible.
Según apunta la prensa canadiense, es posible que las negociaciones se extiendan más de lo previsto. The Globe and Mail explicó que "algunos de los posibles compradores han perdido el interés porque los documentos financieros de la empresa, que no están disponibles para el público, revelan un deterioro mayor al esperado en las cuentas de la empresa".
Los diez espectáculos permanentes de la compañía en suelo americano recaudan anualmente unos 700 millones de dólares. Por el contrario, los cinco espectáculos que recorren Europa reúnen una taquilla equivalente a 60 millones. En total, se calcula que los ingresos del Circo del Sol llegaron a superior los 1.000 millones de dólares hace apenas unos años, aunque las cifras actuales reflejan un descenso que iría del 15% al 20%.
El gurú que dejó el Circo del Sol
Antes de la crisis vivida en los últimos años, la expansión del Circo del Sol entre 1998 y 2008 se basó en la internacionalización de sus espectáculos más reconocidos. Buena parte de lo mismos fue diseñado por el artista italo-belga Franco Dragone, creador de "La magia continúa", "Saltimbanco", "Mystére", "Alegría", "O", "La Nouba"...
Dragone dejó el Circo del Sol y, tras un periodo sabático en el que apenas rompió su descanso para organizar algunos montajes puntuales, ha dedicado el último lustro a impulsar grandes proyectos de entretenimiento en el mercado asiático. Un ejemplo de esta apuesta es su megaproyecto en Macao, donde Dragone ha desarrollado un espectáculo cuyo coste de producción alcanzó los 250 millones de dólares.