Antes de llegar a la Moncloa, el Partido Popular hacía campaña abogando por "más empleo y menos impuestos". La cartelería electoral de la formación de centro-derecha también afirmaba que "bajar los impuestos es posible con Rajoy".
Sin embargo, el grueso de los ajustes aprobados desde finales de 2011 hasta hoy se han centrado en obtener más recursos del sector privado mediante nuevos aumentos tributarios, en vez de en replegar el gasto público para adecuarlo a la realidad económica del país.
Si a ello se suman las subidas de impuestos aprobadas por el PSOE durante la pasada legislatura, la caja de Hacienda ha visto aumentar sus ingresos en más de 30.000 millones de euros desde 2009.
Los datos de la Agencia Tributaria son claros: el IRPF dejó en 2014 unos 72.662 millones de euros, lo que supone un aumento de casi 50 millones frente al mayor dato de toda la serie, registrado en 2007. Esto quiere decir que los ingresos derivados del impuesto sobre la renta han llegado a niveles récord a lo largo del pasado año, en línea con un crecimiento interanual que ronda el 4%.
En cuanto al IVA, el total recaudado en 2014 asciende a 56.174 millones de euros, cifra que supera el dato observado en 2007 en más de 320 millones. También en el impuesto sobre el valor añadido vemos que los números de 2014 son los más elevados de la historia.
Se dispara el esfuerzo fiscal
A raíz de la crisis, el consumo ha retrocedido y el empleo ha experimentado una dura corrección. Esto explica que el esfuerzo fiscal que soportan los contribuyentes haya aumentado de forma notable en los últimos años.
A lo largo de la presente legislatura, los datos de la Agencia Tributaria muestran que el tipo efectivo medio que soportan los contribuyentes en el IVA ha subido 36%. Solamente en 2014, los ingresos derivados de este tributo se dispararon un 8%.
También en el IRPF vemos que, desde la llegada al poder de Mariano Rajoy, los rejonazos fiscales han tenido un duro impacto en el bolsillo de los contribuyentes. Más concretamente, el tipo efectivo medio observado en el IRPF ha saltado un 17% a lo largo de la legislatura.