El déficit estructural que registra el sistema público de pensiones ha sido compensado estos últimos años mediante el uso, cada vez mayor, del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. La conocida también como hucha de las pensiones no ha dejado de vaciarse desde 2012, momento en el que los ingresos derivados de las cotizaciones sociales empezaron a no llegar para cubrir el pago total de las prestaciones contributivas.
La creciente brecha entre ingresos y gastos ha sido compensada por la citada hucha, pero, como consecuencia, estos fondos de emergencia se han desplomado casi un 40% desde finales de 2011, coincidiendo con la llegada del PP al Gobierno. En concreto, la hucha de las pensiones apenas contaba con un total de 41.634 millones de euros a cierre de 2014, equivalente al 3,93% del PIB, según el informe anual sobre el Fondo que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha entregado al presidente del Congreso, Jesús Posada, este lunes.
Esta cuantía son casi 12.110 millones menos que en 2013, un descenso del 22,5%. Pero lo más grave es que acumula una reducción de 25.181 millones desde 2011 -bajó en 3.807 millones en 2012 y en otros 9.264 en 2013-, de modo que el Fondo se ha vaciado un 37,7% bajo el Gobierno del PP.
La retirada efectiva de dinero para hacer frente al pago de las pensiones ha sido incluso superior, ya que el fondo, cuyos activos están invertidos exclusivamente en deuda pública, generan una rentabilidad anual por sus inversiones.
Según el citado balance, el Gobierno sacó de la hucha 7.003 millones en 2012, otros 11.648 millones en 2013 y 15.300 en 2014, con lo que el desembolso total alcanza, hasta el momento, los 33.951 millones de euros.
En este sentido, Empleo explica que tales disposiciones han servido "para garantizar el pago puntual de más de 9 millones de pensiones y su correspondiente revalorización". Sin embargo, el Ministerio no explica que el problema es que el citado Fondo se podría agotar en 3 ó 4 años al actual ritmo de retiradas.
El 100% ya está invertido en deuda española
Otro dato relevante es que, tal y como avanzó Libre Mercado, el PP se ha jugado toda la hucha de las pensiones a una sola carta: deuda pública española. En lugar de diversificar y apostar por activos de elevada calidad, el Gobierno ha intensificado la arriesgada estrategia de inversión iniciada en su día por el anterior Ejecutivo del PSOE, consistente en vender deuda pública extranjera calificada como triple A para, al mismo tiempo, comprar bonos españoles de calidad muy inferior.
Así, mientras que en 2007 el Fondo estaba invertido a partes iguales entre deuda extranjera y española, hoy todos los activos que componen la cartera son bonos nacionales. En 2014, el Ministerio de Empleo procedió a vender los 1.528 millones de euros que aún mantenía en deuda pública de otros países más solventes (Alemania, Francia y Holanda), de modo que, hoy por hoy, la hucha ya está invertida al 100% en deuda pública nacional.
Por último, el Gobierno también decidió el pasado año modificar la fórmula para valorar dichos activos. Durante los peores años de la crisis, cuando el valor nominal de la deuda española caía de forma intensa en medio de la tormenta financiera, la Seguridad Social decidió reclasificar la deuda como "Inversiones mantenidas hasta el vencimiento", para, de este modo, valorarla a precio de adquisición y no a precio de mercado, maquillando así su intensa depreciación.
Pero, como ahora la rentabilidad de la deuda española está en mínimos históricos, y, por tanto, su valor nominal crece, el Ejecutivo ha decidido recalificar la cartera a la categoría de "Activos financieros disponibles para la venta", y, de este modo, aprovecharse del actual viento favorable del mercado.
Por esa razón, a nivel puramente contable, Empleo afirma que la hucha de las pensiones alcanzó en 2014 los 47.721 millones de euros a precio de mercado (4,51% del PIB), frente a los 41.634 millones de euros a precio de adquisición que revela el informe (3,93% del PIB), y que, en última instancia, es el único valor que importa a nivel contable.