Desde hace aproximadamente un año, el sector de la construcción residencial ha prestado una especial atención al auge de la tecnología de impresión 3D. Un adecuado despliegue de esta tecnología puede fabricar hasta diez casas al día. El coste estimado, según explican fuentes consultadas por Libre Mercado, no llega a 4.000 euros por vivienda.
En China, el desarrollo inmobiliario de bajo coste se ha convertido en un nicho muy atractivo para las empresas del sector. El ejemplo más llamativo es el de WinSun: esta firma se especializa en técnicas de construcción modular que permiten imprimir casas con tecnología 3D.
Más barata... y más ecológica
El Presidente de la compañía, Ma Yihe, entiende que "esta fórmula es más barata y, además, tiene un menor impacto ecológico, ya que permite reciclar residuos de obras convencionales. Además, hablamos de un proceso de construcción más resistente que los estándares del sector". Su empresa lleva ya más de un año desplegando este método de producción en promociones de vivienda de gran tamaño (alrededor de 200 metros cuadrados).
Las paredes de estas casas se construyen capa por capa, gracias al trabajo integrado de cuatro impresoras 3D de 6,6 x 10 metros. Las impresoras son capaces, además, de implementar diferentes diseños de construcción para cada vivienda: todo depende del criterio de los clientes.
Expansión a 15 países
Entrar en este segmento de mercado será complicado para otras empresas chinas, ya que WinSun ostenta casi 80 patentes nacionales que blindan su sistema de producción. La empresa también tiene prevista su expansión al resto del mundo: "este año planeamos construir quince fábricas en elextranjero, queremos entrar en el mercado internacional".