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Empresas públicas y burocracia: culpables de la contaminación china

El documental Bajo la cúpula, un fenómeno viral, ha puesto de relieve los problemas medioambientales del gigante asiático.

El documental Bajo la cúpula, un fenómeno viral, ha puesto de relieve los problemas medioambientales del gigante asiático.

El documental Bajo la cúpula, dirigido por la periodista china Chai Jing, ha puesto encima de la mesa el grave problema de contaminación que sufren determinadas ciudades del gigante asiático. Tres días después de su estreno, la pieza superaba los 150 millones de visitas, un éxito sin precedentes.

De acuerdo con la tesis de Chai Jing, los principales factores que alimentan la contaminación son imputables al Estado y no al mercado. Tiene sentido que así sea: pese a la liberalización generalizada aplicada en numerosos sectores de la economía, la política energética sigue planificándose. En gran medida, el grueso de las empresas del sector están en manos del Estado.

El documental carga duramente contra los efectos del carbón. El 48% de su producción global ocurre en China, claramente por delante del 28% marcado en 2000. Así, mientras no pocas economías del mundo siguen el rumbo de la "descarbonización", en China crece el rol de dicha fuente de energía.

Petroleras estatales y burocracia ineficiente

Analizando a las grandes empresas productoras del sector, vemos que todas están controladas por el Estado. Es el caso de Shenhua, Shaanxi, ChinaCoal, Shanxi Coking, Datong, Jizhong y Shandong. Al no estar sujetas a una disciplina de mercado, estos conglomerados han conseguido "blindar" sus malas prácticas y evitar la competencia de otras fórmulas energéticas más eficientes y limpias.

En segundo lugar, el documental se centra en las grandes petroleras chinas, a las que también culpa de los problemas de contaminación que atraviesa el país. También en este campo nos encontramos con grandes conglomerados estatales que frenan las dinámicas del mercado: es el caso de CNOOPC, CNPC, SINOPEC o CNRC. Una vez más, la ausencia de capitalismo en este ámbito alimenta el aumento de la contaminación.

Pero existe otro factor más, de nuevo ligado al ámbito de lo público. Según Chai Jing, la ineficiencia regulatoria es el tercer factor que explica el mal desempeño medioambiental chino. El documental describe como "incapaces" a las autoridades, y señala que las leyes emitidas en este ámbito son papel mojado.

Los "modelos liberales", ejemplo de sostenibilidad

No pocos estudios han puesto en valor el buen desempeño medioambiental de las economías más liberalizadas. De hecho, el Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage y el Wall Street Journal ha subrayado que, conforme una economía aumenta su grado de capitalismo, su puesto en el ranking medioambiental de la Universidad de Yale sigue una tendencia alcista.

De hecho, el grado de eficiencia energética es más elevado en aquellas economías que mantienen un marco favorable a los principios del libre mercado:

De acuerdo con el índice de la Fundación Heritage y el WSJ, países asiáticos como Singapur, Taiwán y Japón figuran entre las veinte economías más liberales del mundo. Sus puestos en el Índice de Desempeño Medioambiental son destacados: Singapur llega al cuarto puesto, Taiwán alcanza el 46 y Japón ocupa la posición número 26. Por el contrario, China se queda en el puesto 139 del Índice de Libertad Económica y en el número 114 del Índice de Desempeño Medioambiental.

Los automóviles en China y EEUU

El documental habla también de las emisiones de CO2 de los vehículos que circulan por las calles y las carreteras del país asiático. Como solución, Chai Jing cita el caso de Estados Unidos, donde las emisiones acumulan años a la baja.

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