"Las ganas de cambio que hay en este país son incalculables" ha dicho Albert Rivera al comienzo de su intervención en el Circulo de Bellas Artes. El líder catalán ha ofrecido este martes un mitin multitudinario, con la sala llena desde media hora antes de que comenzase el acto, otra sala contigua también a reventar y cientos de personas en las puertas del Círculo, sin poder entrar por falta de aforo. Se trataba de presentar a los economistas Luis Garicano y Manuel Conthe, los encargados de esbozar las líneas básicas del programa con el que Ciudadanos concurrirá a las elecciones generales. Y como apuntamos, muchos de los asistentes han tenido que seguir la presentación a través de una pantalla instalada en una sala anexa, mientras que otras se han tenido que conformar con esperar en la cafetería, donde casualmente estaba el destituido líder del PSM Tomás Gómez. Entre el público que ha asistido a la puesta de largo del programa económico de Ciudadanos se encontraba el líder del partido en Madrid, Ignacio Aguado y el dirigente crítico de UPyD Juan Rubio.
El éxito de público ha servido al líder de Ciudadanos para desmentir dos tópicos: "Es mentira que la política no le importe a la gente y es mentira que la economía no le importe a nadie". Rivera se ha querido diferenciar de los partidos tradicionales presumiendo de sus fichajes "Ciudadanos no le tiene miedo al talento, y sí a la mediocridad". Y ha hecho una apuesta: "C's llegará a La Moncloa sin miedo y con un proyecto económico para terminar con el paro y acabar con la corrupción".
Frente a las formaciones clásicas, que miran con miedo al que destaca y donde se prima el seguidismo y el cumplimiento de las órdenes, Rivera ha destacado el espíritu abierto de Ciudadanos, que pide participación a sus seguidores: "Me encantaría tener una agencia de headhunters", ha asegurado, para poder buscar entre las más de 75.000 personas que les han hecho sugerencias a través de la web.
En este sentido, Rivera ha prometido que lo que presenten en economía serán "propuestas solventes y no ocurrencias". Ha sido sólo la primera de una serie de alusiones a Podemos celebradas con entusiasmo por el público. El presidente de Ciudadanos ha prometido que todo su programa económico será presentado antes del verano (una convocatoria al mes, para cada uno de los seis puntos en los que lo han dividido).
Lo cierto es que ha sido un mitin extraño. Ni Garicano ni Conthe son políticos, y se les nota. Sus intervenciones han sido más propias de un profesor que de un líder animando a las masas. Ha habido muchas explicaciones (no siempre claras) pocas consignas, apenas algún mensaje a sus rivales y un cuidado power point, con gráficos y muchos datos.
El mensaje general ha sido claro: los encargados del programa económico de Ciudadanos proponen un "cambio profundo" y, al mismo tiempo, "sensato". Un cambio que les aleje de los partidos actuales y una sensatez que les diferencie de Podemos. En cuanto al contenido, no ha habido demasiadas novedades respecto al documento adelantado a la prensa y que detalla el primero de los capítulos del programa económico, el referido al mercado laboral: contrato único, complementos a los salarios bajos, cheque formación para parados de larga duración y ley de segunda oportunidad.
En este sentido, quizás lo más llamativo sea el tono de Garicano y el mensaje fuerza alrededor del que ha girado su discurso: necesitamos una economía basada en la productividad y el conocimiento. El crecimiento descontrolado de los años de la burbuja y la caída de la crisis han sido un enorme desperdicio de talento que no nos podemos permitir. Por eso ha pedido una educación analítica, frente a la basada sólo en la memoria; mercados abiertos frente al capitalismo de amiguetes; inglés frente a una formación deficiente en idiomas; y más nueva economía frente a una regulación anticuada que protege a los grupos de interés. La idea es "recuperar" a la clase media trabajadora, que está sufriendo con la crisis.
El planteamiento de Ciudadanos es que éste es sólo un primer paso, que se enriquecerá con las aportaciones de los votantes. En la intervención que ha clausurado el acto -al término Garicano y Conthe han atendido pacientemente a los asistentes que se les acercaban- Rivera ha pedido "debate" y contraste de opiniones, para que los ciudadanos puedan hacerse una idea informada: "No se puede gobernar con miedo. Nuestro enemigo no es el PP o el PSOE o Podemos, son el paro y la corrupción. Yo sólo le tengo miedo a que todo siga igual".