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Ciudadanos propone contrato único, complementos para salarios bajos y cheque formación

Luis Garicano se estrenó en Madrid junto a Albert Rivera. Se fija como modelo en las economías del norte de Europa.

Luis Garicano se estrenó en Madrid junto a Albert Rivera. Se fija como modelo en las economías del norte de Europa.

Venezuela o Dinamarca. Hace años que Luis Garicano asegura que éste es el dilema de España. En su opinión, nuestro país está en una encrucijada. La primera opción apunta a un país con una estructura productiva anticuada, unas leyes intervencionistas, un Estado ineficaz y unas pocas grandes empresas que medran al calor del amiguismo con los políticos. En la segunda se intuye una economía moderna y flexible, en la que el papel del Estado se centra en garantizar la seguridad jurídica y el cumplimiento de las leyes, sin interferir en las relaciones de los agentes en el mercado, y en el que las ayudas públicas son un paliativo para salir de una situación de necesidad, no la excusa para formar redes clientelares.

Este martes, Garicano, uno de los economistas que más ha participado en el debate público en los últimos años, dio un paso decisivo. Se presentó en Madrid junto a Albert Rivera como responsable del programa económico de Ciudadanos

Con una gran expectación y el Círculo de Bellas Artes abarrotado, una sala contigua también repleta y con decenas de personas que tuvieron que quedarse en la calle, Ciudadanos presentó su programa económico.

La alternativa que, según dicen, más teme el PP se hace mayor: ya no sólo hablará de Cataluña, derechos políticos o corrupción. Todos estos temas son importantes. Pero desde este martes ha dado un paso más: sobre las cosas del comer también tienen propuestas y varias de ellas sorprenden por su audacia. El debate está encima de la mesa y se prevé apasionante. Y por cierto, su modelo está claro: Dinamarca (con una tasa de paro del 6%).

En realidad, lo que han dado a conocer al público no es todo el programa económico. Se trata de un documento de 10 páginas que incluye los que podríamos denominar como principios fundamentales que seguirá Ciudadanos a partir de ahora y que están divididos en seis grandes apartados:

  • "Lucha contra el paro y la pobreza atacando la precariedad laboral y el exceso de endeudamiento de las familias".
  • "Favorecer la creación y el crecimiento de las empresas en un mercado transparente".
  • "Reforma fiscal para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas".
  • "El objetivo más importante es educar a los niños y jóvenes para participar en un futuro globalizado".
  • Reforma de la Justicia y la Administración "para eliminar la corrupción rampante y asegurar la independencia y transparencia de las instituciones".
  • "Reformas para asegurar la competencia en los mercados y acabar con el capitalismo de amiguetes"

Este martes, tocaba el turno del primero de los epígrafes: la lucha contra el paro y la precariedad. Sobre esta cuestión sí se detallan las propuestas. En lo que hace referencia al resto, hay una serie de declaración de intenciones genéricas. El detalle se irá conociendo en las próximas semanas.

El planteamiento

Lo primero que llama la atención es el tono del documento. El lenguaje tiene muchos ecos en el discurso regeneracionista que tan presente ha estado en la discusión y en los medios en los últimos años y del que Garicano ha sido un destacado representante.

Así, El cambio sensato, que así se titula, no es exactamente un programa político, aunque tampoco sea una tribuna publicable en algún medio. Podría decirse que se encuentra a medio camino entre ambas, con ejemplos concretos, explicaciones de por qué no se podrían aplicar determinadas medidas y datos sobre la realidad actual. No es extraño que el que lo haya escrito sea profesor universitario.

Garicano admite que "no tienen soluciones mágicas" y que sus propuestas se basan en "las buenas políticas" que pueden extraerse de las experiencias de otros países, especialmente los del "norte de Europa" (de nuevo Dinamarca como imagen de marca). En esta línea, pide alejarse de las "visiones colectivistas y estatistas" y poner al ciudadano como "centro de actuación" de la política: "Queremos que los ciudadanos tomen sus propias decisiones y para ello necesitan toda la información, sin trampas. El cambio que proponemos parte de la seguridad y la confianza, pero también de las transparencia".

La visión regeneracionista llega incluso a la parte de la evaluación de las políticas. El documento admite que lo que ha funcionado en un país puede no hacerlo en otro y promete que se instaurará "un riguroso programa de evaluación continua de todas las políticas, de forma que aquellas que no funcionen sean rediseñadas o eliminadas".

Incluso, en el último apartado, Ciudadanos habla de política europea, con varias sorpresas. Primero critica a aquellos que han "ido por el camino fácil, culpando al rico Norte de todos los males". Eso sí, también aseguran que "un arreglo monetario que permite tasas de paro superiores al 20% durante años no puede durar mucho tiempo".

Por eso, como solución proponen un pacto: el sur se compromete a "un programa de reformas estructurales en profundidad" y a cambio al norte crea un "programa europeo contra el desempleo, destinado exclusivamente a la formación de los trabajadores, con un fondo común y un programa inspirado en las mejores prácticas del norte de Europa".

Las propuestas

En lo que hace referencia a las propuestas concretas, como apuntamos, Garicano sólo desvela las que tienen que ver con el mercado laboral. Es lo que denomina como su objetivo número uno a corto plazo: la "lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión". En su opinión, la clave es "entender que la precaridad laboral, producto de la excesiva rotación de contratos, es la fuente de la pobreza".

Eso sí, rechaza de plano soluciones "poco realistas o imposibles de financiar, como la renta universal, crear millones de puestos de funcionarios u otros subsidios que llevan a aumentar el endeudamiento y terminan siendo fuente de corrupción".

En su lugar, Ciudadanos propone cuatro grandes medidas:

- Contrato único: para acabar con la precariedad laboral, promete que si llega a La Moncloa aprobará un modelo con el que "todas las nuevas contrataciones se harán con un contrato indefinido con indemnizaciones crecientes (es el sistema que propuso Fedea cuando Garicano era parte de la dirección de la organización). Como complemente a este contrato único, se establece un "seguro contra el despido" equivalente al 1% del salario del trabajador, que se parece mucho a la famosa mochila austriaca que tan buenos resultados ha dado en el país centroeuropeo.

Por último, proponen que se establezca un sistema de "bonus-malus" para bonificar en sus cuotas a la Seguridad Socail a las empresas que despidan menos.

- Complemento Salarial Anual Garantizado (CSAG): es lo más novedoso de lo presentado este martes, aunque también es la parte con menos detalle. No queda claro cómo se aplicará exactamente, si a través de un subsidio, de créditos fiscales, de reducción de impuestos o incluso de un tributo negativo sobre la renta (o una combinación de todos los anteriores).

La idea es garantizar a todos los trabajadores unos ingresos mínimos. Eso sí, sus promotores aseguran que no tiene nada que ver ni con la renta básica ("que desincentiva el trabajo") y del salario mínimo ("que expulsa del mercado a los trabajadores menos cualificados). De hecho, lo primero que dejan claro es que para tener derecho a esta ayuda habría que trabajar y que su diseño irá encaminado a "incentivar" la búsqueda de un empleo y a no penalizar a los que vayan mejorando sus condiciones laborales. Su coste aseguran que no subiría del 1% del PIB.

- Cheque formación: quizás la propuesta que levantará más ampollas sea ésta. Para luchar contra el paro de larga duración, Ciudadanos propone un "programa de formación". Eso sí, aseguran que el actual modelo de políticas activas de empleo "ha resultado ser una fuente inagotable de corrupción, clientelismo político y financiación de sindicatos y empresarios". Por eso, proponen "poner en manos de los trabajadores" los fondos, a través de un cheque formación y "que los proveedores de educación compitan entre ellos".

Como complemento, se establecería una especie de contrato individualizado entre el parado y los servicios de empleo, que contarían con la colaboración de las agencias privadas. Además, se pide la aplicación de "bonos de contratación" que bonifiquen a los empresarios que contraten a las personas que lleven más de un año desempleados".

- Ley de Segunda Oportunidad: Ciudadanos cree que hay que reducir el "endeudamiento excesivo" generado durante los años de la burbuja. Para lograrlo, propone una Ley de Segunda Oportunidad que iguale el tratamiento de las empresas con las familias.

Los autores reconocen que el problema es que este tipo de medidas son muy difíciles de diseñar, porque tienen que "cumplir varios objetivos: "ofrecer una segunda oportunidad a los deudores de buena fe", "que no se aprovehchen los deudores deshonestos" y que "las medidas no sean excesivamente gravosas para las entidades acreedoras, porque si no, tras esa mala experiencia, reducirían la disponibilidad futura de créditos". En este sentido, rechazan de plano la dación en pago retroactiva.

Su idea va más dirigida a tratar a las familias como a las empresas, con un modelo que incluya un acuerdo extrajudicial, en el que un profesional independiente sirva de árbitro entre las dos partes y en el que los jueces sólo entren a valorar aquellos asuntos en los que no se alcanza un acuerdo en este primer paso. En lo que respecta a los créditos hipotecarios, su propuesta es que el banco acreedor tenga que "aceptar en pago el inmueble hipotecario a un precio igual al 100% del valor de mercado que tenga en ese momento, previa tasación de un profesional independiente".

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