Ayer era un día clave para Grecia. Su nuevo ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, debía reunirse con los ministros de Economía de la Eurozona y con el FMI para intentar alcanzar un acuerdo sobre el rescate y la deuda helena.
La cita terminó sin pacto. "Hemos tenido una discusión intensa y constructiva que ha cubierto muchas cuestiones y ha realizado progresos, pero no suficientes progresos para llegar a conclusiones conjuntas", aseguró el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al término de una reunión que duró siete horas.
El desencuentro entre el partido de izquierda radical Syriza con el resto de países miembros era previsible, pero lo que sorprendió a todo el mundo fue el atuendo con el que acudió el ministro de Finanzas griego a la reunión. Y es que Varufakis le dio un drástico vuelco al estilo desenfadado con el que nos tiene acostumbrados y se presentó con: americana, camisa y bufanda de cuadros.
La marca de la bufanda elegida por Varufakis fue lo que incendió las redes sociales: Burberry, la enseña de referencia del más puro estilo british. El ministro de Finanzas de Syriza, el partido del pueblo, el que odia el capitalismo y todo aquello que tenga que ver con la opulencia, se había gastado entre 70 y 400 euros en una bufanda de una firma de pijos.
Y mientras que el ministro de economía heleno ha dicho adiós a las camisetas de algodón, a los jerseys de rayas y a las camisas hawaianas que solía vestir, la presidenta del FMI, Christine Lagarde, se enfundó una moderna chupa de cuero. Curioso cambio de papeles.