Seguramente ha leído en los últimos días que "más de 12,8 millones de españoles están en riesgo de pobreza o exclusión". Así se desprende de un estudio publicado por el capítulo español de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN). El informe toma datos del Instituto Nacional de Estadística y aplica a los mismos la metodología AROPE, basada en criterios de renta, empleo y consumo.
La alarma social e informativa que ha despertado la publicación del informe contrasta, no obstante, con los datos que contiene el propio documento de la EAPN. Así, más allá de las trampas estadísticas que incluye este tipo de indicadores, podemos comprobar que entre el pico de la burbuja y el último año analizado, el "riesgo de pobreza o exclusión" apenas habría aumentado en 2,8 puntos porcentuales. Más concretamente, de acuerdo con el informe, la tasa apenas habría crecido del 24,5% al 27,3% entre 2008 y 2013...
Más llamativo aún es que el crecimiento en los niveles de "riesgo de pobreza y exclusión" apenas fue del 0,1% entre los años 2010 y 2013. Semejante medición se antoja difícil de creer, considerando el fuerte deterioro de las condiciones de vida de los españoles ocurrido a lo largo de dicho trienio debido, sobre todo, al elevado desempleo.
Una metodología dudosa
Quizá por eso, EAPN se desmarca de esta cifra y desmiente la validez de su informe cuando afirma que el porcentaje del 0,1% es "un mero efecto estadístico causado por la reducción de ingresos en amplias capas de la población y por el retorno de inmigrantes pobres a sus países de origen". En este sentido, si las fórmulas de cálculo elegidas no sirven para componer un retrato fiel del "riesgo de pobreza y exclusión", lo lógico sería abandonar la metodología AROPE.
Aún así, los mismos cálculos de la EAPN apuntan que, ajustando los cálculos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa resultante elevaría el "riesgo de pobreza y exclusión" del 27,3% al 28,4%, una subida de apenas un punto porcentual.
Entonces, ¿cuál es la pobreza real en España?
Por suerte, el informe de la EAPN sí va más allá de los difusos cálculos antes descritos, relativos al "riesgo de pobreza y exclusión". Más concretamente, el documento apunta que la Privación Material Severa (PMS) es del 6,2%, por lo que esta situación de auténtica necesidad alcanzaría a tres millones de españoles, cuatro veces menos de los 12,8 millones que aparecen en el titular del informe.
Combinando el indicador PMS con las mediciones de baja intensidad del empleo, el estudio apunta que estos problemas coinciden en el 1,8% de la población. En este segmento se concentraría el núcleo de las situaciones más duras de pobreza, de acuerdo con el documento de EAPN.
El fracaso del Estado del Bienestar
Una vez hemos llegado a datos más realistas sobre el alcance de la pobreza (el 6,2% de PMS o el 1,8% que EAPN cifra como el colectivo más afectado), conviene preguntarse si los programas de gasto público enmarcados en el Estado del Bienestar son efectivos. De entrada, parecería lógico que unas Administraciones Públicas que gestionan cerca del 45% del PIB deberían ser capaces de resolver este problema de forma efectiva.
En esta línea, el libro Por una derecha liberal de Lorenzo Bernaldo, publicado por Ediciones Deusto, explica que según los datos de Eurostat, que fijan el "riesgo de pobreza" en el 22% de la población española, los programas de "gasto social" apenas consiguen recortar dicho umbral hasta el 19%.
Desigualdad Norte-Sur
El informe de EAPN apunta que existen grandes diferencias entre los niveles de "riesgo de pobreza y exclusión" que se registran al Norte de España y las tasas que se miden al Sur de la Vieja Piel de Toro. Más concretamente, la tasa ronda el 20% en Navarra, País Vasco o Aragón frente a los niveles de entre el 35% y el 40% que se registran en las Islas Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía.