La Bolsa de Atenas cerró este lunes con una caída del 4,75 % de su índice general, en una jornada con fuertes pérdidas después de que el primer ministro, Alexis Tsipras, presentase el programa de Gobierno.
El índice general se sitúa al cierre en 765,22 puntos y el volumen de transacciones es de 85,78 millones de euros. Por sectores, los títulos que más cayeron fueron los de los bancos (8,86 %), seguidos de las materias primas (6 %), las telecomunicaciones (5,52 %) y los servicios financieros (5,51 %).
El rendimiento de los bonos a diez años en el mercado secundario se disparaba a las 15.20 GMT a un 11,26 %, un 0,15 % menos que en la jornada anterior. La prima de riesgo respecto al Bund alemán estaba en 1.092 puntos básicos, 96 puntos por encima que el viernes.
En su declaración de Gobierno el domingo, Tsipras mantuvo sus promesas electorales y su posición dura frente a los socios europeos, a los que dijo que estaba en sus manos si Grecia podía devolver la deuda.
La tensión regresa al mercado griego después de que la agencia de calificación Standard & Poor's recortara la calificación crediticia de Grecia desde 'B' hasta 'B-', debido a las dudas sobre un posible acuerdo con la troika. Además, situaba su perspectiva crediticia en 'negativa', por lo que abre la puerta a nuevos recortes.
Syriza mantiene el desafío
A ello se suma el tono desafiante del nuevo Gobierno de Atenas durante el fin de semana. Por un lado, Tsipras afirmó el domingo que mantendrá su programa para contrarrestar el "cruel" rescate de la troika, mientras que el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, advirtió del derrumbre que sufriría el euro en el caso de una salida de Grecia de la eurozona.
Tsipras, presentó el domingo su amplio y radical programa de Gobierno, en el que no dio marcha atrás en ninguna de sus promesas electorales, y volvió a plantar cara a los socios al decirles que está en sus manos que Grecia pague su deuda. "Grecia quiere pagar su deuda y si los socios quieren lo mismo, deben negociar con nosotros los medios técnicos para hacerlo", dijo en el Parlamento.
El líder de izquierdas recalcó que la austeridad "fue desastrosa" y ha conducido a que la deuda pública pasara del 120 % al 180 % del producto interior bruto. Tsipras insistió en que el Gobierno quiere respetar sus obligaciones hacia el Tratado de Estabilidad, pero añadió que "la austeridad no forma parte de ese tratado".
"Queremos dejar claro a todos que no negociamos nuestra soberanía nacional, no negociamos el mandato del pueblo", dijo y recalcó que su Gobierno no solicitará una prórroga del rescate, pues únicamente serviría para perpetuar una austeridad que no ha logrado más que "asfixiar" al país.