El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha reunido esta semana con periodistas del diario El Mundo para tratar de explicarles qué propuesta económicas formarán parte del programa de los socialistas en las próximas elecciones generales si finalmente termina encabezando la candidatura de su formación política a la presidencia del Gobierno. Entre estas propuestas, hay una importante subida de impuestos.
Propondrá, según adelanta, reformar el Impuesto de Patrimonio e incluirlo en un nuevo IRPF, simplificar el Impuesto de Sociedades suprimiendo desgravaciones al objeto de acercar el tipo efectivo al nominal, financiar con impuestos las pensiones de viudedad o subir la presión fiscal a las rentas más altas y a las rentas del capital (Hacienda se quedaría con un mayor porcentaje de los beneficios de un depósito bancario, por ejemplo).
Otras de las medidas que querría implantar sería simplificar el número de contratos laborales y revisar el Estatuto de los Trabajadores, subir el Salario Mínimo Interprofesional, lanzar un plan de empleo para mayores de 50 años con el objetivo de crear 200.000 puestos de trabajo, otro plan para alcanzar el millón de empresas en España (actualmente no llegan a 150.000) o promover a través de la SAREB un parque de viviendas sociales destinado a familias al bode del deshaucio.
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es otro de los que sufrirían modificaciones. Según plantea, habría que resolver la "competencia fiscal" que hay actualmente entre las comunidades autónomas para ser la que lo tiene más bajo y propone que "se establezca un mínimo a todas las regiones del cual no se baje".
El actual líder del PSOE también se muestra partidario de realizar una quita de la deuda pública de las regiones con un porcentaje de endeudamiento importante y señala específicamente a Cataluña. "El Gobierno ha planteado la refinanciación de deuda pública en las comunidades autónomas, incluso una quita. Creo que es importante ser solidario con las regiones que tienen un nivel de endeudamiento muy elevado como Cataluña", dice.
Además, por ejemplo, sería también partidario de amoldar los sueldos de los políticos a sus responsabilidades, lo que incluiría aumentar el salario que percibe el presidente del Gobierno (ahora cobra menos que muchos alcaldes o presidente de comunidades autónomas) aunque no estando él en La Moncloa, sino para el que llegase después de él al cargo. También restaría competencias a las diputaciones para entregarles las mismas a los ayuntamientos.
Pedro Sánchez se muestra convencido de que el PSOE será "la primera fuerza política en España en noviembre de 2015" y no ve ninguna posibilidad de que Podemos termine fagocitando a su partido tal y como ha sucedido en Grecia, donde el éxito de Syriza ha dejado a las puertas de quedarse fuera del Parlamento heleno a los socialistas del PASOK, aunque reconoce que "las comodidades del bipartidismo han hecho acomodarse al PSOE y, en consecuencia, ser peor".
Precisamente, el nuevo gobierno griego compuesto únicamente por hombres le sirve al número uno del Partido Socialista para mostrarse convencido de que "los gobiernos paritarios deben ser un ejemplo en toda Europa".