El historial de impagos e incumplimientos que acumula Grecia es difícilmente superable. No es al primera vez que el Estado heleno amenaza con no pagar sus deudas. De hecho, lo raro es que abone sus facturas en tiempo y forma, a la vista de sus antecedentes.
El siguiente cuadro, elaborado por Bank of America Merrill Lynch, demuestra que Grecia es un país fallido, casi por definición. Desde que logró la independencia a principios del siglo XIX, el Estado heleno ha quebrado un total de seis veces.
Pero, más allá del número mayor o menor de impagos soberanos, lo relevante es que ha pasado casi la mitad del tiempo, más de 90 de los últimos 190 años en situación de quiebra o en pleno proceso de reestructuración de deuda (alargando vencimientos y abonando menores tipos de interés) para, al menos, poder devolver parte de los préstamos a sus acreedores.
