Aún son muchos los españoles y analistas que niegan la ideología comunista que profesa Podemos y sus grandes líderes. Sin embargo, basta acudir a las declaraciones, artículos y obras realizadas por la cúpula del partido que lidera Pablo Iglesias antes de saltar a la opinión pública para constatar el germen totalitario que impregna dicha formación.
Un claro ejemplo es el destapado este jueves por el diario elEconomista. Juan Carlos Monedero, número tres de Podemos, escribió un libro para el Gobierno venezolano de Hugo Chávez en 2006, bajo el título Empresas de Producción Social. Instrumento para el Socialismo del siglo XXI. Algunas de las citas extraídas de esta obra son clarificadoras respecto a la ideología comunista de Monedero y sus socios.
El horizonte al socialismo es incompatible con la propiedad privada de los medios de producción.
Tras denunciar que el capitalismo conduce a la explotación de los trabajadores e incluso a la esclavitud, Monedero deja claro que, en su opinión, el socialismo no puede triunfar en un único país de forma aislada, sino que debe extenderse primero por todo el continente americano y después por el resto del mundo.
El hecho de que el capitalismo, con cinco siglos de historia, siga teniendo profundas raíces nos hace recordar que para doblegarlo es preciso batallar enérgicamente en todo el mundo [...]
Los plazos de acercamiento a ese horizonte dependerán de cada país, de su estructura económica, de las necesidades sociales, del nivel de conciencia y de la suerte del socialismo en el contexto mundial.
De acuerdo con su teoría, cada país deberá avanzar así bajo sus propias circunstancias, aunque siguiendo siempre una misma hoja de ruta y en busca de nacionalizaciones masivas de empresas en sectores estratégicos para la economía.
En la medida en que los grandes medios de producción (hidrocarburos, minería, tierra, etc.) pasen a ser propiedad de todo el pueblo, se sentarán las bases para el desarrollo económico integral del país y la construcción de una nueva sociedad sin oprimidos ni opresores [...]
Las EPS [Empresas de Producción Social] auspician el trabajo consciente y la abolición de toda forma de explotación. De ahí que [...] se vean obligadas, para superar este sistema inhumano a transformar el trabajo en una forma de desarrollo humano al servicio de la libertad y no del beneficio.
Y, por si aún quedan dudas, añade que la gran referencia, el "faro", es el triunfo de la Revolución Soviética en 1917.
El triunfo de la Revolución Soviética en 1917 entregó al mundo un faro de referencia para el socialismo.
Por ello, Monedero intenta distanciarse del socialismo democrático (socialdemocracia) presente en los países desarrollados, puesto que éste acepta, en mayor o menor grado, el capitalismo y el libre mercado.
No se puede construir el socialismo en este nuevo siglo si no se realiza previamente un distanciamiento crítico de los socialismos del siglo XX [...]
Los partidos socialistas europeos intentaron construir un socialismo democrático que incorporara el discurso igualitario [...] y se diferenciara del irrespeto soviético a la democracia formal [...]
Pero la socialdemocracia, al jugar dentro de las reglas del capitalismo, no podía sino reproducir los mismos errores: prolongación de la explotación, participación en luchas neocoloniales e imperialistas en busca del excedente internacional, deterioro de la naturaleza, mutación del Estado social y democrático de derecho en un Estado al servicio de los intereses globales de las grandes empresas.
¿Su alternativa a la socialdemocracia? La dictadura castrista de Cuba.
El caso de Cuba, pese a todos los intentos de estigmatizarla, permanece como estandarte de la dignidad del continente latinoamericano en pos de la construcción de nuestra América [...]
Y, por supuesto, también alaba el régimen chavista de Venezuela, poniendo como ejemplo de progreso y desarrollo a algunas de las empresas públicas de Chávez, tales como Invepal, Invetex o las estatales Coniba y PDVS, hoy quebradas o bien en la ruina más absoluta.