Telefónica ha iniciado negociaciones en exclusiva con Hutchison Whampoa para venderle O2, su filial británica de telefonía móvil, por unos 13.500 millones de euros, una operación que le permitirá reducir su endeudamiento y supondrá su salida del Reino Unido.
La venta ha sido bien acogida por inversores y analistas, lo que ha permitido a Telefónica liderar las subidas del Ibex en la jornada del viernes, con un repunte del 3,37 %, hasta los 13,19 euros por acción. De hecho, la compañía de telecomunicaciones se ha anotado el segundo mayor alza de esta semana en el principal selectivo español, con una subida del 10,42 %.
El acuerdo anunciado este viernes implica un pago inicial en efectivo de 9.250 millones de libras esterlinas (unos 12.200 millones de euros) al cierre de la transacción y un pago aplazado adicional de 1.000 millones de libras (1.300 millones de euros). Dicho pago diferido se satisfará una vez que la compañía resultante de la operación alcance una cifra determinada de cash flow acumulado.
El periodo de exclusividad se extenderá "varias semanas" y permitirá a Telefónica y Hutchison, dueño del operador móvil Three, negociar "contratos definitivos". En paralelo, se realizarán los procesos de "due diligence" -auditoría para comprobar el estado y valor de una compañía- sobre O2, compañía que Telefónica adquirió en 2006 por 18.000 millones de libras (unos 23.700 millones de euros al cambio actual).
La unión entre O2 y Three dará lugar al operador móvil más importante de Reino Unido y llega después de que BT (fijo) rechazara comprar la filial de Telefónica y se decantara por adquirir a Everything Everiwhare (EE), participada por Deutsche Telekom y Orange. "Esta operación en el Reino Unido se enmarca en el contexto de la profunda transformación estratégica que está realizando la compañía (...) y consolidarse como telco digital líder, manteniendo al mismo tiempo una atractiva política de remuneración al accionista", afirma Telefónica en un comunicado.
La venta se produce en un período "decisivo" para Telefónica, en el que ha gestionado activamente su cartera de activos, y le permitirá consolidar su estrategia de fortalecerse en sus principales mercados. Entre estos mercados destacan, Alemania, donde ha adquirido E-Plus; Brasil, donde ha comprado GVT, y España, donde ha llevado a cabo una "revolución comercial y tecnológica".
El precio obtenido por Telefónica es "muy bueno" y el que lo vaya a cobrar rápidamente y en efectivo es positivo porque le permitirá reducir su endeudamiento, así como financiar la compra de GVT en Brasil y reforzar su posición en España y otros países de Latinoamérica", ha dicho a Efe el analista de Renta Cuatro Iván San Félix. Tras el "revés" sufrido con BT, intentar competir en el Reino Unido conllevaría muchos riesgos, pues el mercado tiende hacia la integración de fijo, móvil y contenidos, por lo que, en su opinión, con la salida "se evita problemas".
"Estratégicamente, Telefónica ha dado prioridad a su situación financiera a estar presente en un mercado importante como Reino Unido", en el que no obstante una de las mejores alternativas era salir, después de que BT optara por comprar EE", ha señalado a Efe el Andrés Bolumburu, de Banco Sabadell. En su opinión, la operadora presidida por César Alierta dedicará los ingresos obtenidos con la venta de O2 a reducir su deuda, así como a consolidar su posición en Brasil, donde, tras la compra de GVT, podría adquirir parte del negocio de TIM (Telecom Italia).
La venta de O2 es una decisión "correcta" y demuestra "disciplina financiera y estratégica", según N+1, que considera que quedarse en Reino Unido y crear una alternativa a BT-EE en un mercado que camina hacia la convergencia habría implicado inversiones significativas con resultados inciertos.
Uno de los principales objetivos de Telefónica para 2014 era el de situar su nivel de endeudamiento por debajo de los 43.000 millones de euros, algo que, según fuentes del mercado, se ha conseguido. Hutchison Whampoa, a la que Telefónica vendió en junio de 2013 su filial en Irlanda por 850 millones de euros, está presidido por el magnate Li Ka-shing, considerado el hombre más rico de Asia, según la Forbes.