El nuevo informe sobre la desigualdad de ingresos que ha publicado Intermón Oxfam vuelve a insistir en las tesis que lleva tiendo manejando la ONG a la hora de pronunciarse sobre la actualidad económica. De acuerdo con el documento, "las desigualdades se incrementan día a día", en línea con un proceso de "concentración de riqueza en manos de unos pocos".
No obstante, basta con analizar la evolución de la pobreza y la desigualdad a lo largo de los últimos dos siglos para comprobar que, en realidad, el pesimismo de Intermón Oxfam no está justificado. Tal y como muestra la siguiente gráfica, la década actual está marcada por una situación de mayor riqueza y menor desigualdad.
Así, la línea roja muestra que, a comienzos del siglo XIX, la pobreza era generalizada, lo que implicaba tasas de igualdad altas. A mediados del siglo XX (línea azul), la cosa había cambiado: había más países fuera de la pobreza, por lo que la desigualdad había aumentado.
¿Cuál es la situación actual? Como vemos en la línea rosa, la década actual está marcada por una caída de la pobreza que, al mismo tiempo, fue de la mano de una convergencia generalizada en los niveles de renta de la población, esto es, una menor desigualdad.
Por tomar únicamente la desigualdad como referencia, baste la siguiente gráfica que mide su evolución global entre 1960 y la actualidad:
EEUU frente al resto del mundo
De acuerdo a los datos expuestos por Marian Tupy, "en el año 1960, la renta media en Estados Unidos era once veces superior a la de Asia; hoy, ese diferencial ha bajado a menos de cinco veces". Esta convergencia también se da si comparamos al gigante norteamericano con muchos otros países emergentes.
Un ejemplo de esa tendencia convergente lo tenemos en el caso de China, cuyo PIB per cápita ha subido 12,5 veces desde 1980, pasando de $545 a $6.800 dólares. Durante este periodo, la tasa de pobreza china cayó de un escalofriante 84% a tasas inferiores al 10%, una evolución que, a nivel global, ha empujado a la baja los niveles internacionales de miseria y de desigualdad.
Menos horas de trabajo y la mitad de pobreza
Otro aspecto positivo que también cabe destacar cuando analizamos la evolución de la economía en los últimos doscientos años es la tendencia a la baja del número de horas trabajadas. Lo vemos en la siguiente gráfica, que combina datos de países desarrollados (la línea azul es para España) con cifras de naciones emergentes.
En cuanto a la tasa global de pobreza, la evolución desde 1990 hasta 2010 también merece nuestra atención. Dicho indicador, medido por la ONU, llegaba hace 25 años al 47%, frente al 37% medido en 1999, el 27% alcanzado en 2005 y el 22% registrado hace un lustro.
En este sentido, cabe subrayar que la proporción de personas que sufren la lacra de la malnutrición ha bajado del 23,6% al 11,8% entre 1990 y 2015, de acuerdo con los datos de la ONU. También, como vemos en la siguiente gráfica, el número de muertes por enfermedad ha bajado sustancialmente entre 1990 y 2013, con independencia de que algunas dolencias tengan mayor o menor prevalencia.