En muchas ocasiones, llevar el coche al taller adecuado se convierte en un auténtico calvario para los conductores. Encontrar la combinación perfecta entre una reparación barata y que ofrezca todas las garantías que desearía el dueño del vehículo, no es tarea fácil.
La patronal de las empresas dedicadas al mantenimiento y reparación de vehículos Ganvam ha publicado un decálogo de consejos a tener cuenta para que no nos den gato por liebre en el taller.
1- La placa: la Ley obliga a los talleres a tener visible la correspondiente identificación que le autoriza como taller. En el distintivo debe constar su número de identificación en el registro industrial y su actividad.
2- La especialidad: fíjate bien en la especialidad del taller (mecánica, electricidad, carrocería, pintura…) No todos los talleres están preparados y autorizados para realizar todas las operaciones. Si un taller se ofrece a realizar una reparación de una actividad para la que no está registrado, mucho ojo.
3- Resguardo: reclama resguardo de depósito para dejar constancia de que has dejado el vehículo en ese taller. Así, si le pasara algo (robo, incendio del taller... ) es la única manera de poder reclamarlo. Y si en el reguardo figuran los kilómetros con los que se dejó el coche, mejor aún, por si a alguien se le ocurre hacer con tu vehículo algo de rodaje extra.
4- El precio: pregunta al taller por el coste de los diferentes servicios que pueda ofrecer, precio por hora de trabajo, etc. Si deseas presupuesto, recuerda que tienes derecho a pedirlo escrito y que lo debes aceptar y firmar antes de seguir adelante con la operación.
5- La factura: la factura debe ser clara y especificar gastos, arreglos, piezas cambiadas y horas de trabajo, todo ello perfectamente desglosado por conceptos.
6- Garantías: la ley te concede una garantía en la reparación durante 3 meses o 2.000 kilómetros, salvo que la pieza tenga una garantía superior. Además, hay muchos talleres que ofrecen una garantía comercial adicional. Para poder acogerte a ella es importante con servar la hoja de depósito o la factura de la reparación.
7- Las piezas: el taller debe utilizar piezas de recambio nuevas. Si no las hubiera en el mercado o concurrieran otras circunstancias y el taller tuviera que utilizar piezas de recambio de segunda mano, debe pedir autorización al cliente. Esta opción no siempre es válida ya que, por motivos de seguridad, cuando se trata de elementos de la dirección, suspensión o neumáticos no pueden utilizarse recambios usados.
8- La limpieza: un taller ordenado y limpio no es sólo una cuestión estética. La limpieza y el aspecto externo e interno del centro dice mucho de cómo se trabaja en ese negocio. Por otro lado, nos aseguramos de que los residuos que genera el mantenimiento o reparación del vehículo son gestionados adecuadamente.
9- La comunicación: no dudes en preguntar al reparador por las averías o por cómo se van a reparar éstas. Al dejar tu vehículo no olvides informarte del número de teléfono y correo electrónico.
10- El libro-taller: el Libro-Taller no será otra cosa que el informe con todas las operaciones realizadas en un vehículo a lo largo de su vida útil. A este documento, que será público, sólo podrán acceder los talleres debidamente registrados.