Los peritos del caso Bankia se reafirman en sus polémicos informes. Y mantienen que la entidad publicó unas cuentas de 2011 con graves errores, tanto en su forma inicial como en su reformulación en mayo de 2012, tras la llegada del nuevo equipo gestor. Además, según fuentes judiciales, los dos expertos han asegurado en su declaración de este martes que no hay contradicciones entre sus informes y han reiterado que sus conclusiones se basan en información que ya estaba disponible en el momento de realizar aquellas cuentas, por lo que debía haber sido detectada por la dirección de la entidad.
Este martes tenía lugar en la Audiencia Nacional una de las citas más esperadas del Caso Bankia. Los dos peritos se enfrentaban a las preguntas de los abogados del FROB y de Bankia, muy críticos con el informe que han presentado al juez Fernando Andreu los expertos del Banco de España (hay que recordar que la entidad se desvinculó del documento, que es fruto del trabajo de estas dos personas, pero no es un informe oficial del organismo regulador). Por eso, la jornada de este martes era muy importante. Todo apunta a que el resultado final de la instrucción dependerá en buena medida de si se dan por buenas las conclusiones del informe o se atiende a las alegaciones que la defensa ha realizado sobre éste.
En este sentido, los peritos han admitido una de las principales críticas de los abogados del Frob y Bankia. Los expertos reconocen que no realizaron un análisis individualizado de la cartera crediticia de la entidad. Es decir, que sus conclusiones derivan de una extrapolación a partir del estudio de unos cuantos préstamos. Además, los peritos han reconocido que ni su tarea era una auditoría ni tenían los recursos y el tiempo del que dispone un auditor. Éste es uno de los puntos en los que más hincapié hace la defensa: según las mismas fuentes jurídicas, tanto los abogados de BFA-Bankia como los del Frob habrían intentado desacreditar por falta de datos y de precisión el informe de los peritos.
Eso sí, en una defensa que se convirtió en ataque, los expertos han acusado a Bankia de no haberles proporcionado toda la documentación requerida, motivo por el cual, han asegurado ante el juez, no pudieron realizar un análisis más detallado. Cuando se les ha preguntado por qué no solicitaron otra vez esta misma información, su respuesta ha sido que no quería alargar el proceso en demasía.
En realidad, lo más destacado de la declaración de este martes ha sido que no ha habido ninguna rectificación importante. Se esperaba que las preguntas del Frob y Bankia pudieran sacar alguna contradicción o matización en los expertos. Y, según las fuentes judiciales consultadas, no ha sido así. Se ratifican en su informe y en sus principales conclusiones: la contabilidad de Bankia estaba mal, sus gestores tenían la información necesaria para haberle puesto remedio y estos errores eran de peso, lo suficientemente inportantes como para no reflejar una imagen fiel de la situación de la entidad.
Las declaraciones
En lo que hace referencia al fondo del asunto, los peritos han reconocido que han trabajado sobre la base de los ajustes que realizó el equipo de José Ignacio Goirigolzarri. Pero incluso con este punto de partida compartido, creen que existen diferencias sustanciales entre su valoración y la que se realizó en las cuentas oficiales de la entidad, que Bankia presentó en 2011 y 2012.
En este sentido, los expertos han presentado un frente común ante los argumentos de la defensa, que asegura que existen importantes divergencias entre el trabajo de ambos peritos. Se ha llegado a hablar de más de 5.000 millones de diferencia entre la conclusiones de uno y otro. Este martes, los peritos han asegurado ante el juez que no es así, que los ajustes que ellos plantean son equivalentes y que las pocas diferencias que pueda haber se refieren exclusivamente a diferencias menores en el criterio temporal escogido.
Pero más allá de la discusión sobre si los dos informes son o no tan diferentes, quizás el punto de fricción más relevante ha girado en torno a las provisiones. La defensa asegura que Bankia tenía suficientes provisiones genéricas como para hacer frente a las pérdidas inesperadas que denuncian los peritos. Es decir, que incluso situándonos en el peor de los casos (que efectivamente la cuentas no reflejaban el estado real de la entidad), no habría habido perjuicio, porque con las provisiones se podría haber cubierto esta situación.
Los peritos lo han negado de plano. Según su criterio, las provisiones genéricas no podían utilizarse por dos razones. La primera, que esas provisiones ya se habían utilizado. Pero además, porque incluso aunque hubieran estado disponibles, no se hubieran podido emplear en este caso, porque la normativa no lo permite. En este sentido, destaca la diferencia de criterio entre la defensa y los peritos en una cuestión que debería ser técnica, pero que se ha convertido en una de las claves de este caso.