La postura de la Generalidad de Cataluña sobre la libertad de horarios comerciales no deja de perder adeptos. Mientras que hace unos años el sector próximo a Mas criticaba que un comercio pudiera abrir sus puertas al público todos los días del año, por considerarlo un atentado contra "el pequeño negocio", ahora, medios como La Vanguardia ya osan calificar la ley catalana como la del "corsé de horarios".
Con la llegada de las Navidades, ningún comercio catalán quiere perderse la oportunidad de ganar clientes, aunque tenga que abrir los domingos o festivos, y eso ha levantado asperezas entre los empresarios y la Generalidad.
El pasado día 15 de diciembre, el Ejecutivo catalán levantó acta contra la firma de moda Desigual por abrir al público el domingo, al considerar que esta medida no solo queda fuera de la normativa catalana, sino que también contraviene la estatal. Según el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, el atrevimiento de estas firmas son la consecuencia de los "ataques competenciales del" Estado. Fuentes de Desigual, han asegurado a Libre Mercado que "cumplen con la legalidad vigente y que seguirán abriendo los domingos" a pesar de las amenazas de la Generalidad.
La normativa catalana permite abrir fuera del horario comercial habitual a los establecimientos de alimentación que no superen los 150 metros cuadrados de superficie, mientras que la estatal da plena libertad horaria a los establecimientos de hasta 300 metros cuadrados.
Pero principios de mes, el Tribunal Constitucional suspendió cuatro artículos de la normativa autonómica de horarios comerciales, por lo que ahora, ante la confusión generada, los comercios catalanes están optando por tomar sus propias decisiones y abrir o cerrar sus puertas, según sus intereses.
"¿Qué ley sigo? La de vender"
El diario de Godó narra que el pasado domingo, Barcelona vivió de nuevo un "caótico día de horarios comerciales que creó desconcierto entre quienes optaron por pasear por el centro y se encontraron tanto persianas subidas como bajadas; pero también entre los propios comerciantes, a pesar de las llamadas de la Generalidad y las patronales a que se cumpla la ley catalana".
"Yo estoy abierta, pero porque puedo, tengo un permiso de hace años", argumenta Diana. La empresariaasegura que "hace cuatro meses vino la Guardia Urbana para que cerraran algunas... Si yo cierro, hay una persona que es la que está el fin de semana que se queda sin trabajo", explica.
"Nosotros nos acogemos a la ley estatal", dice la encargada de la zapatería Mar Bessas de Portal de l'Àngel. Cumplen los requisitos, igual que otra zapatería próxima, Scala Dei. "Hemos decidido abrir porque tenemos que vender", continúa la encargada.
Otro de los aspectos que recoge el reportaje es cómo los comercios catalanes están adelantando el periodo de rebajas, tal y como lo llevan haciendo los madrileños desde 2012. "Las tiendas de las grandes marcas ya anunciaban "Rebajas" de hasta el 50%"
"Pasan muchos turistas: hay que abrir", sentencia otro comerciante. "¿Qué ley sigo? La de vender", dice una dependienta. "Lo máximo que se pueda".