Enésimo informe sobre los riesgos que entrañan Podemos y Cataluña para la economía española. Esta vez ha sido Freemarket, en su último estudio de perspectivas económicas, la que ha advertido de que el crecimiento del PIB de España se vería resentido por estos dos factores. De hecho, la consultora ha calculado cuál será su coste en términos de crecimiento y creación de puestos de trabajo: un 1% en el PIB y un 0,7% en el empleo.
Así, la amenaza de un partido que impida formar un gobierno estable para las próximas elecciones generales y el desafío separatista del Gobierno de Artur Mas, podrían reducir el crecimiento de la economía española para 2015 desde el 2,5% previsto al 1,5%, según el texto al que ha tenido acceso el diario el Economista.
La consultora desconfía de que el independentismo catalán se suavice en los próximos años. El fin del conflicto en una región "que supone el 25% del PIB del país y cuyos visos de solventarse en un espacio temporal cercano equivaldría a formular un pronóstico aventurado y, en cualquier caso, poco prudente", afirma.
Sobre el partido de Pablo Iglesias, el texto explica que ni siquiera hace falta que gane las elecciones para que salten las alarmas en nuestro país. "Basta con que se considere que tiene serias posibilidades de convertirse en un jugador decisivo en la configuración del equilibrio nacional de fuerzas políticas", explican.
Los expertos prevén que el capital extranjero será el primero en sacar de España sus inversiones. "La reacción adversa del capital foráneo es más rápida que la del nacional porque tiene una mayor movilidad", aseguran. Por ejemplo, en 2012, en plena crisis del euro, "salieron de España 180.000 millones de euros en sólo tres días", recuerdan.
Por otro lado, los expertos felicitan al Gobierno de Mariano Rajoy por la reforma laboral, la financiera y la energética. Respecto a la reforma laboral, destacan que ha reducido desde el 2,5 al 1,2% el umbral de crecimiento del PIB con el que es posible crear empleo, además de disminuir la capacidad de destruir puestos de trabajo con unas tasas de crecimiento del 0,5% del Producto Interior Bruto. Además, la reestructuración bancaria -incluida la desaparición de las cajas de ahorros- ha saneado un mecanismo de medios de pago que se hallaba en una posición límite.