Rusia está viviendo unas jornadas de vértigo. El rublo se encuentra en caída libre. El rublo se dejaba ayer frente al dólar un 20%. Y eso a pesar del anuncio que hizo el Banco Central de Rusia al subir los tipos de interés del 10,5% al 17%, en una medida desesperada que apenas frenó la depreciación de su moneda durante unas horas. Toda esta crisis tiene una explicación: la espectacular caída del precio del petróleo.
Ante las negativas perspectivas de que el precio del petróleo vuelva a subir a corto plazo, todo parece indicar que las finanzas rusas seguirán sufriendo. El índice de la Bolsa rusa -el RTS- se dejaba este martes un 12,33% tras unas semanas negras. En un año dicho índice arrastra una caída del 54%.
Prueba de ello es la intensa salida de capitales que ha sufrido Rusia en los últimos meses. Asimismo, el gigante Gazprom acaba de anunciar que estudia despedir a cerca de 100.000 trabajadores como consecuencia de la crisis.
Capital Economics plantea tres escenarios distintos para Rusia en 2015 y en todos se da por descontado una recesión.
- Si el rublo sigue en caída libre, la contracción del PIB podría ser cercana al 8%.
- En caso de que su moneda se estabilice en torno a los 65 dólares, estiman una recesión de entre el 2% y el 5% del PIB.
- Si el rublo superase los 60 dólares y subiese más, estiman que también habría recesión, pero sólo en el primer semestre de 2015 y con una contracción de la economía de menos del 2%. Todos estos escenarios van acompañados de una fuerte inflación esperada.
Posible control de cambios
Ante un escenario tan negativo, varios expertos en divisas no descartan que el Gobierno ruso opte por introducir en las próximas semanas, o incluso días, un control sobre el tipo de cambio.
Se trataría de otra medida desesperada por parte de Moscú que intentaría frenar así el desplome del rublo. La experiencia histórica de este tipo de movimientos no es muy favorable, pero eso no ha impedido que se adopten en multitud de ocasiones.
Guerra geopolítica
Algunos analistas expertos en geopolítica señalan que esta crisis es consecuencia de la guerra económica que Estados Unidos ha iniciado para debilitar a Rusia. Con la ayuda de Arabia Saudí, el desplome del petróleo habría perjudicado temporalmente a la industria del fracking en Estados Unidos, pero habría permitido debilitar económicamente a Rusia sin derramar una gota de sangre.
Lo cierto es que a Rusia le ha afectado mucho más la caída del crudo que cualquier sanción que hasta la fecha le haya impuesto Occidente. Habrá que ver qué hace el rublo en las próximas semanas y lo más importante, qué hace el precio del petróleo en 2015 para ver cuál será el desenlace de esta particular pugna.