Los países de la Unión Europea (UE) estrenará este sábado un nuevo etiquetado alimentario, con más información para el consumidor sobre las características nutricionales del producto o la presencia de alérgenos.
A partir del 13 de diciembre las etiquetas de los alimentos envasados deberán indicar de manera destacada si contienen alérgenos como la leche o la soja, información que también deberá estar disponible en restaurantes y cafés.
Además, las referencias en los alimentos tendrán que respetar unas normas para garantizar su claridad y legibilidad, con requisitos de tamaño de letra y lugar de ubicación de la información.
En adelante, los aceites deberán también especificar su origen, de manera que ya no servirá la referencia general "aceites vegetales", y habrá que precisar si la procedencia es la oliva, el girasol, la palma u otra.
La nueva legislación prevé otros importantes cambios como la obligación de indicar el origen de la carne de cerdo, oveja, cabra o pollo. En particular, habrá que señalar el lugar donde el animal fue criado y sacrificado. La normativa actual solo obliga a especificar el lugar de nacimiento, cría y sacrificio en el caso de la carne de vacuno.
Uno de los mayores cambios de la legislación, pero que entrará en vigor con posterioridad -el 13 de diciembre de 2016-, es que las etiquetas de los alimentos envasados incluirán información nutricional obligatoria, tanto en la composición de grupos de nutrientes (grasas totales y saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal) como del valor energético.
Antes de esa fecha no será obligatorio incluir esos datos, pero cuando en un producto se difunda información nutricional voluntariamente o por incluir declaraciones nutricionales o de propiedades saludables, también deberá cumplir con las nuevas exigencias a partir del sábado 13. De esa manera, hasta el 13 de diciembre de 2016 podrán convivir dos formatos de etiquetas en las tiendas.
El reglamento permite además la comercialización de alimentos que hayan sido puestos en el mercado o etiquetados antes del 13 de diciembre de 2014 y por tanto no cumplan la nueva normativa, hasta que se produzca el agotamiento de las reservas.
La Organización de Consumidores Europeos (BEUC, en sus siglas en inglés), valoró los cambios que introduce la legislación, que será "más clara para los consumidores", y consideraron que es un paso correcto tras los escándalos alimentarios de los últimos años, como el de la carne de caballo etiquetada como de vacuno.
"El origen de la carne fresca será menos misterioso gracias a las nuevas normas. Por fin se indicará el país de cría y el de sacrificio, pero ¿por qué el de nacimiento ha quedado excluido?. Los consumidores quieren saber el origen en su conjunto", denunció la organización