Desde noviembre de 2012 hasta agosto del presente año, Estados Unidos se ha convertido en el primer productor de petróleo del mundo, alcanzando ya una media de 14,16 millones de barriles diarios frente a los 11,66 registrados en Arabia Saudí. Así lo reflejan los datos de la Oficina de Información Energética que se acaban de publicar en el país norteamericano.
Antes del boom del fracking y del desarrollo de las nuevas técnicas de extracción, el líder mundial era el país de Medio Oriente, cuya producción diaria superaba la de EEUU de manera holgada. El diferencial entre ambas naciones osciló entre dos y tres millones a lo largo del periodo comprendido entre 2004 y 2008.
Desde entonces, el emprendimiento enmarcado en el campo del fracking ha disparado más de un 60% la oferta total de petróleo estadounidense, hasta el punto de que, desde noviembre de 2012, el país norteamericano lidera la tabla mundial de producción. De hecho, el diferencial entre EEUU y Arabia Saudí vuelve a moverse entre dos y tres millones de barriles diarios, pero ahora es la nación del Tío Sam la que está por delante.
Esta bonanza ha disparado la exportación de productos de petróleo refinado. Si en 2008 las ventas al resto del mundo equivalían a 1.773 barriles diarios, hoy ya se sitúan en 3.137, de acuerdo con la Oficina de Información Energética. Este indicador vuelve a confirmar el profundo cambio de tendencia que se ha podido observar en los últimos años.
Este nuevo escenario tiene su centro de gravedad en el Estado de Texas. Aislando las cifras de dicho territorio del resto de EEUU vemos que Texas sería hoy el sexto productor mundial de petróleo, con una ratio diaria de 3,24 millones de barriles diarios, muy cerca del quinto puesto ocupado por Canadá, cuya producción se mueve en el entorno de los 3,4 millones de barriles diarios.
Menores emisiones de CO2
El desarrollo del fracking no se ha traducido en un aumento de las emisiones de CO2 derivadas por el consumo de petróleo. En términos absolutos, EEUU ha pasado de 2,39 millones de toneladas métricas en 2011 a 2,268 en 2013, último año para el que se han publicado cifras.
Por comparación, países con gobiernos supuestamente afines a tesis ecologistas han experimentado aumentos notables: en el caso de Ecuador, pasa de 32,927 a 35,786 en dicho periodo; para Venezuela, el aumento va de 100,976 a 106,516; etc.
Más reservas de petróleo
En cuanto a las perspectivas de producción del país norteamericano, los datos muestran un progresivo aumento de las reservas que han sido acreditadas tras las correspondientes prospecciones. En 2010, EEUU registraba 20.682 millones de barriles en esta categoría, mientras que en 2013 ya eran 30.529.
Esta tendencia es favorable en muchos otros lugares del mundo, lo que vendría desmintiendo las tesis de quienes hablan del petróleo como un recurso cada vez más escaso. Frente a esa supuesta realidad menguante, las reservas de América del Norte han subido de 206.300 a 213.898 barriles entre 2010 y 2013, mientras que en América Central y América del Sur la subida ha sido de 124.640 a 325.930 barriles en dicho periodo.
Los países de Eurasia experimentan también un salto significativo: pasan de 98.886 a 118.886 entre 2010 y 2014. En el Medio Oriente también se registran aumentos: hoy se cuentan 804.127 barriles, frente a las reservas de 2010, estimadas en 753.358. También África (de 119.114 a 126.729) y Asia/Oceanía (de 40.137 a 45.875) mejoran sus perspectivas.
Europa sí tiene motivos para la preocupación. Sus reservas de crudo han descendido en los últimos años, pasando de 13.309 a 12.437 entre los años 2010 y 2014. Se trata, por tanto, de la única región mundial en la que la evolución ha sido negativa a lo largo del periodo estudiado.