Freixenet no esconde su preocupación por el boicot que se ha pedido desde el sector político y empresarial separatista en Cataluña contra su cava por el anuncio de este año. La marca celebra "100 años entre burbujas", como ha explicado Pedro Bonet, director de comunicación de Freixenet en esRadio, y por eso este año lo que querían celebrar es su deseo de pasar, al menos, "otros 100 años más juntos".
Pero los deseos de la famosa marca de cava han sido interpretaados en clave política y ha provocado la ira de las hordas separatistas en Cataluña. La diputada autonómica de CIU, Elena Ribera, llegaba a decir en Twitter, tras ver el anuncio que Freixenet "acaba de perder dos millones de consumidores catalanes... potenciales".
Freixenet buscant no perdre quota de mercat brinda per 100 anys junts. Acaba de perdre dos milions de consumidors catalans...potencials.
— elena ribera (@elenaribera) noviembre 26, 2014
También en Twitter, el empresario que negó el saludo a Felipe de Borbón cuando aún era príncipe, Alex Fenoll, aseguraba que había ordenado retirar todas las botellas de Frexienet de las cestas de navidad de su empresa.
Este tipo de actitudes han sido lamentadas por Pedro Bonet en esRadio. "Espero que todo sean malas interpretaciones", decía, porque "no queremos perder ningún cliente ni aquí ni en ningún lado". Explicaba Bonet que "llevamos 100 años dedicados cada navidad y final de año a mandar un mensaje a todos nuestros amigos y consumidores en todos los hogares españoles y de todo el mundo. Un mensaje de felicidad y de buenas intenciones". En este sentido, "este año la agencia nos propuso el eslogan y nos pareció bien, celebrar otros 100 años más juntos", con el inconveniente de que "se ha organizado esta, digamos, tendencia distinta de lo que queríamos que no era nada de todo esto".
Sobre las críticas de Rivera, Bonet señalaba que la diputada se había puesto en contacto con la compañía para disculparse "diciendo que no quería decir eso". Unas disculpas, que según el director de comunicación de Freixenet, "están aceptadas".
Según Bonet, "habrá gente que seguramente hará boicot. No sería la primera vez", insistía, lo que sucede es que "nuestro trabajo, el que hemos heredado de nuestros abuelos, es la sostenibilidad global de todo el territorio. Mis abuelos eran dos y unos cuantos que les ayudaban. Ahora son 1.900 puestos de trabajo"
En cualquier caso, el boicot "siempre, moralmente afecta. No te gusta que te interpreten mal. Cada uno puede pensar lo que quiera, cada uno es libre y más a la hora de votar, pero yo creo que este año será normal, esperamos que sea ligerísimamente mejor que el año pasado y seguiremos con nuestra política de ser internacionales, como dice el rpesidente, multinacional de bolsillo".