Los contribuyentes españoles no sólo desconocen el dinero que se gastan los diputados y senadores en viajes, sino que incluso ignoran el sueldo público de sus señorías.
La única información al respecto son las cifras globales que maneja cada institución y los detalles que, voluntariamente, aporta cada político. Así, por ejemplo, el Congreso dispondrá de un presupuesto de 84,2 millones de euros en 2015, de los que 35,6 millones irán destinados a gastos de personal, donde se incluye la remuneración de funcionarios y diputados.
Sin embargo, el detalle de cada remuneración pertenece al ámbito privado. El blog Sueldos Públicos, por ejemplo, recoge la retribución concreta de aquellos políticos que se han prestado a descubrir su salario previa solicitud de la web, pero la transparencia en esta materia sigue siendo bastante escasa.
Según el reglamento del Congreso, cada diputado recibe una asignación bruta de 39.394 euros al año en 14 pagas, pero, a mayores, cobran 21.886 euros extra en dietas si su circunscripción es distinta a Madrid o 10.446 euros en caso de ser electos por la capital de España.
Así pues, un diputado raso de fuera de Madrid percibe 61.280 euros brutos al año, con la ventaja añadida de que las dietas no tributan, con lo que las retenciones de IRPF oscilan entre el 27% y el 35%, un nivel propio al de la clase media española.
A ello, se suman determinados complementos por desempeñar cargos de representación en las múltiples comisiones y portavocías que existen en el Parlamento. En total, los diputados cobran de media más de 6.000 euros limpios al mes.
Además, entre otras prestaciones, los diputados que no tienen coche oficial disponen de un tarjeta personal con un límite de 3.000 euros al año para taxis y dietas de 150 euros al día en viajes al extranjero y de 120 euros dentro de España.
También disponen de ordenadores portátiles, teléfonos móviles y despacho propio en el Congreso. Algunos diputados (miembros de Mesa, Presidentes de Comisión) tienen, incluso, la posibilidad de contar con personal de confianza para apoyarles en el ejercicio de su función, entre otras muchas prebendas.
Los viajes de sus señorías
Tras la polémica que han desatado los viajes del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, durante su etapa como senador, muchos españoles han descubierto el nivel de opacidad y falta de control que, en general, existe en este tipo de gastos.
Como consecuencia, el Congreso ha decidido este martes que publicará cada tres meses en su web un informe global sobre los viajes de los diputados que paga la Cámara, ya sea a su lugar de residencia, a actos políticos de partido, o en delegaciones oficiales, sin perjuicio de que cada grupo pueda ampliar después esa información.
Sin embargo, por un lado, la Cámara no informará individualmente del gasto en desplazamientos en el que incurre cada diputado, y, por otro, en el caso de los viajes de partido, el político en cuestión, simplemente, deberá informar a su grupo parlamentario, que será el encargado de permitir o no dicho desplazamiento.
Un ejemplo de transparencia
A primera vista, este tipo de medidas se antojan insuficientes si se compara con el grado de transparencia y detalle en gastos y remuneraciones que ofrece, por ejemplo, el Parlamento de Chile. Basts visitar la web de un diputado chileno y contrastarla con la de un diputado español.
Chile no sólo ofrece la nómina, los gastos concretos y los viajes sufragados con dinero público que realiza cada diputado al mes, sino que, además, muestra las asistencias y votaciones concretas llevadas a cabo por dicho político en todas y cada una de las sesiones, aparte de las tradicionales declaraciones de patrimonio e intereses.
Tal y como destaca el tkink tank Institución Futuro en su gráfico semanal, "nos parece interesante informarles de cuáles fueron los gastos de Aguiló en el mes de agosto de este mismo año. Lo que gastó en temas de oficina, en telefonía, en viajes, en correspondencia... Tengan en cuenta que las cifras están en pesos chilenos. También pueden ver en la web cuántos viajes hizo en el mes, y a qué destinos. Pero eso no es todo. Cualquier usuario puede conocer a qué sesiones parlamentarias asistió y a cuáles no, y a favor o en contra de qué proyectos ha votado".
Y añade: "Imagínense que esa misma transparencia existiera en el Congreso y en el Senado españoles. ¡Cuántos casos de uso indebido de fondos públicos se hubieran evitado! ¡Y qué fácil sería conocer la trayectoria política de cada diputado o senador, viendo cómo ha votado a determinadas propuestas! Nunca es tarde si la dicha es buena. Existen modelos de transparencia útil, solo falta la voluntad de querer implementarlos", indica la entidad.
El espacio que reserva el Congreso español a cada diputado está a años luz de la información que ofrece Chile, puesto que tan sólo incluye nombre y datos básicos del representante, sin detallar sueldo, gastos, asistencias o votaciones... Según el Índice de Percepción de la Corrupción, Chile se sitúa en el puesto 22 del mundo en cuanto a limpieza política, muy por delante de España (40).