Mercadona quiere que sus empleados estén contentos porque la felicidad de un trabajador está directamente ligada con su productividad. Por ello, la compañía que preside Juan Roig decidió en 2001 ligar una parte de la retribución de los salarios de su plantilla a la productividad. De hecho, con la crisis económica, esta medida se ha convertido en el principal reclamo de los organismos europeos para reformar el mercado laboral español y aumentar la competitividad de las empresas.
En concreto, la cadena de supermercados valenciana estableció que un 25% del beneficio total de cada ejercicio iría destinado a sus empleados. Según el diario Expansión, el primer cobro se efectuó en marzo de 2001, cuando sus 27.400 empleados ingresaron una media de 912 euros extra. En aquel ejercicio, el beneficio bruto de Mercadona fue de 103 millones.
El año 2009, ha sido el único en el que la cadena de supermercados ha visto disminuir sus ganancias. Ese año, la compañía pasó de ganar en 444 millones de euros a 360 millones. Lejos de reducirle a sus empleados la prima por productividad, Mercadona les repartió 200 millones de euros.
La retribución por productividad más alta se produjo en 2013, el año récord de Mercadona en beneficios, con 718 millones de euros. En ese periodo, la plantilla de la empresa valenciana, formada ya por 74.000 personas, ingresó de media 3.472 euros.
Esta paga extra puede obtenerse según los objetivos anuales pactados entre la empresa y el trabajador. Una parte, son objetivos individuales y otra, ligada a los resultados de la empresa en su conjunto.