Montoro vuelve a enmascarar otra subida fiscal. En este caso, el colectivo afectado ha sido el de los autónomos. En un principio, la reforma fiscal estableció que el tipo de retención en el IRPF de los autónomos bajaría al 20% en 2015 y al 19% en 2016, pero ayer, jueves, tras una enmienda del grupo popular en el Senado, se determinó que la rebaja de las retenciones en el IRPF disminuyera hasta el 19% y el 18%, respectivamente.
El guiño a los autónomos está hecho. A primera vista parece que Hacienda ha escuchado las reivindicaciones de un colectivo cuya denuncia histórica viene girando en torno a la excesiva carga fiscal. De hecho, desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) han publicado un comunicado en el que consideran "un acierto" esta medida.
"La medida, de aprobarse, significará un alivio para prácticamente un millón de autónomos que dejarán de adelantar a Hacienda una media de 600 euros anuales el próximo año y unos 900 euros de promedio en 2016", explican.
Se trata de una rebaja que la Federación considera "esencial para aliviar las duras cargas fiscales que han soportado los autónomos durante estos años de crisis y, especialmente, desde septiembre del 2012, cuando las retenciones en el IRPF se elevaron hasta el 21%".
Elimina las deducciones del 20%
Pero no hay que olvidarse de la letra pequeña. Montoro va a disminuir un punto las retenciones en el IRPF para el año que viene, sí, pero, a la vez, suprimirá la deducción del 20% que, actualmente, tienen los autónomos por la contratación de un trabajador.
Y es que, los Presupuestos Generales del Estado para 2015 eliminan la medida establecida en 2009, que, hasta ahora, permitía a los autónomos con facturación inferior a cinco millones de euros y con menos de 25 trabajadores reducirse un 20% en sus rendimientos netos si mantenían el empleo o creaban puestos de trabajo. Según el diario Expansión, esta medida supondrá un hachazo fiscal de unos 1.000 millones de euros para pymes y autónomos. Por ejemplo, un autónomo que tenga unos ingresos de 1 millón de euros pagará 94.000 euros más al año que viene.
ATA recuerda que, "desde hace meses, los autónomos están siendo el colectivo que está creando más empleo neto y que, en estos momentos, es esencial continuar ayudándoles para que sigan tirando del carro de la recuperación económica y del mercado laboral".
La misma estrategia que con la vivienda
La maniobra que ha seguido Montoro para asestar un nuevo golpe fiscal es similar a la que ha realizado con la vivienda. La reforma fiscal establecía una bajada de los tipos que se aplica en la declaración del IRPF a las ganancias patrimoniales obtenidas por la venta de viviendas, y ese punto es el que se encargó de publicitar Montoro.
Sin embargo, su reforma estrella escondía la eliminación de una serie de beneficios fiscales a las viviendas compradas hace más de 20 años. En concreto, Hacienda suprimía los coeficientes de actualización y abatimiento de los que hasta ahora se beneficiaban los propietarios de esta categoría de viviendas, una medida que multiplicaría los impuestos a los que tienen que hacer frente estos contribuyentes. Según el Sindicato de Técnicos de Hacienda (GESTHA), la supresión de ambos coeficientes afectaría a 31,7 millones de propietarios españoles.
Finalmente, con otra enmienda en el Senado, Hacienda ha suavizado esta subida y ha optado por suprimir los coeficientes de abatimiento, pero sólo cuando el valor de venta de los activos supere los 400.000 euros.