La economía española desaceleró su avance en el tercer trimestre del año al registrar un crecimiento del PIB del 0,5%, una décima inferior al logrado en el segundo trimestre (0,6%), según el avance de datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha precisado que es la primera vez que este avance se difunde con la nueva base contable 2010.
Este repunte trimestral del PIB, con el que se encadenan ya cinco trimestres en positivo, coincide con los cálculos realizados por el Banco de España, que en su último boletín económico, publicado hace una semana, estimaba que la economía española moderó su crecimiento en el periodo julio-septiembre hasta el 0,5%.
De acuerdo con los datos publicados este jueves por el INE, la tasa interanual del PIB se situó en el 1,6% en el tercer trimestre, tres décimas más que en el trimestre anterior, registrando de este modo su cuarta tasa positiva tras diez trimestres consecutivos de retrocesos interanuales.
Los datos de Estadística son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 27 de noviembre.
En su último boletín económico, el Banco de España aseguraba que el parón de las economías europeas implica riesgos a la baja para el cumplimiento de las previsiones españolas.
El supervisor subrayaba que durante el tercer trimestre "se prolongó la pauta de recuperación que se empezó a perfilar el año pasado", apoyada en la progresiva normalización de las condiciones de financiación, el mantenimiento de niveles de confianza "relativamente robustos" y la "favorable evolución del mercado laboral".
No obstante, cree que estos dos últimos elementos cedieron algo de dinamismo en los meses de verano, lo que, a su parecer, puede explicar la "ligera ralentización" que habrían experimentado el consumo privado y la inversión en equipo en este periodo.
En cualquier caso, el Banco de España confirmaba el escenario de "paulatina recuperación" que anticipó en el informe trimestral de julio, con un crecimiento del PIB del 1,3% para este año y del 2% en 2015. Sin embargo, avisa de que los riesgos de desviación a la baja se han acentuado en los últimos meses por el empeoramiento de las perspectivas de la economía internacional, en particular de la zona euro.
El supervisor financiero estima que la demanda interna avanzó en el tercer trimestre a un ritmo del 0,6% en tasa intertrimestral, mientras que la demanda exterior habría tenido una contribución "levemente negativa" (-0,1%) al avance del producto.
En concreto, precisa que el ritmo del gasto del sector privado no financiero se redujo "levemente" en el tercer trimestre y en el caso de algunos componentes de la demanda interna (la inversión empresarial, principalmente), la desaceleración de los planes de gasto podría empezar a reflejar el deterioro del entorno exterior y las dudas sobre la recuperación del área del euro.
Además, estimaba un aumento del consumo de los hogares del 0,5%, algo inferior al observado en el trimestre precedente. A su parecer, la cifra se apoya en la creación de empleo y en la fortaleza que aún mantiene el gasto de algunos componentes de consumo duradero. El consumo público habría registrado una tasa de variación intertrimestral cercana a cero, según sus previsiones.
En cuanto al sector exterior, el Banco de España aseguraba que la evolución más reciente de los intercambios de bienes y servicios con el exterior confirma "la progresiva disminución" de la contribución de la demanda exterior neta al PIB. Así, a lo largo del último trimestre el avance de las exportaciones de bienes se vio limitado por la pérdida de dinamismo de los mercados de exportación debido a la falta de pulso de la zona del euro, mientras que las importaciones mantuvieron tasas elevadas de avance.
En el terreno del empleo, el Banco de España decía que esta variable mantuvo el tono de mejora observado desde finales de 2013, aunque "a un ritmo ligeramente inferior" al del periodo abril-junio, con una tasa intertrimestral del 0,4%, que situaría el avance interanual de la ocupación en el 1,2%.