Corralito, colapso financiero, crisis permanente... Ése es el escenario que vaticina un informe publicado por Sociedad Civil Catalana en el caso de producirse la independencia.
En el estudio, titulado Consecuencias económicas de una hipotética secesión de Cataluña, la plataforma que pretende movilizar a los ciudadanos que se consideran tan catalanes como españoles, alerta de los efectos nefastos que tendría la ruptura de Cataluña con España en el comercio, el sistema financiero, el empleo y las finanzas públicas.
Así, por el efecto frontera y la deslocalización, el sistema de flujos comerciales de la región que gobierna Artur Más con el resto de España se contraería un 45%.
Según distintas experiencias históricas de secesión por efecto frontera, la independencia reduce las relaciones comerciales entre un 25% y un 70% entre las partes de un país que se fragmenta. Dicho efecto reduciría el saldo comercial positivo de Cataluña con el resto de España desde el actual + 9,7% del PIB hasta el + 5,4 %. Con el resto de la UE y del mundo, Cataluña tiene actualmente un déficit de - 4% del PIB, que se incrementaría hasta un - 7% del PIB.
Actualmente, en Cataluña operan unas 5.000 empresas extranjeras. Según una encuesta a empresarios extranjeros, de producirse la independencia, la deslocalización afectaría en al menos un 25% de ellas.
El paro en Cataluña subiría al 34,4%
El informe revela que el 16% de los trabajadores catalanes perdería su empleo por la secesión, con una destrucción de 447.000 puestos de trabajo, por lo que la tasa de paro alcanzaría el 34,4%. Además, el cambio a una moneda propia provocaría una devaluación de los salarios.
La caída del PIB, en el escenario más optimista, llegaría hasta el 7,4%, mientras que otros escenarios más pesimistas elevan esa disminución hasta un 14,2% e incluso un 23,5%.
El déficit público aumentaría hasta el 10,3% del PIB y la deuda pública se cuadruplicaría hasta el 118% del PIB, lo que "situaría a Cataluña entre los países más endeudados", mientras que "el grave deterioro de las finanzas públicas obligaría a fuertes recortes del gasto público de la Generalidad en partidas claves", de 16.000 millones de euros.
La carga financiera de la deuda se multiplicaría por 10, superando con mucho los máximos europeos. "Las implicaciones negativas en el balance bancario harían inviable la financiación de pymes y supondrían una restricción financiera insalvable", afirma el informe, mientras que Cataluña perdería 500 millones de euros al año en fondos europeos, "lo que reduciría un 16% de la renta de las 59.000 masías" catalanas.
Alerta por un posible corralito
El informe destaca que el conjunto de entidades bancarias tiene en Cataluña menos depósitos que créditos concedidos. "Este funding gap se financia por depósitos del resto de España y por el BCE. El exceso de créditos sobre depósitos hace al sistema bancario en Cataluña especialmente vulnerable ante problemas de liquidez como los que originaría una independencia", explica.
El texto recuerda que los dos principales bancos con sede en Cataluña (CaixaBank y Sabadell) tienen su mayor actividad en el resto de España. El sector bancario de una hipotética Cataluña independiente tendría un grave problema de liquidez que terminaría con una huida de depósitos y un "corralito" financiero.
Las implicaciones negativas en el balance bancario harían inviable la
financiación de pymes y supondrían una restricción financiera
"insalvable".
"Los efectos ya se ven", ha asegurado el responsable del estudio, Ferran Brunet. "Las cosas no son gratis, la incertidumbre es la pieza clave de todo este proceso, y el resultado es negativo. Lo que hay que saber es si es negativo, un poco negativo, muy negativo o catastróficamente negativo", ha añadido.