Era cuestión de horas. La situación de Leopoldo González-Echenique al frente de RTVE se tornaba insostenible. Su falta de acuerdo con Hacienda le ha llevado a presentar su dimisión este jueves durante la reunión del consejo de administración del grupo.
El departamento que dirige Cristóbal Montoro ha rechazado facilitar a la corporación pública los 130 millones de euros que exigía Echenique para evitar el descalabro total de sus cuentas. "La superviviencia de RTVE está garantizada, pero él presentó unos objetivos en un Plan de Viabilidad que no ha cumplido", aseguran fuentes de Hacienda a Libre Mercado.
La semana pasada, en su comparecencia mensual en el Congreso de los Diputados, Echenique ya dejó claro su malestar por los "recortes del Gobierno" a la televisión pública, aunque se mostró esperanzado en que el Ejecutivo moviera "ficha" y le aportara un crédito extraordinario porque, de lo contrario, el presupuesto seguiría siendo "irrealizable e irreal".
El hasta ahora responsable de RTVE reconoció que su corporación sufre un déficit estructural de cien millones de euros, "que hay que corregir", e insistió en la necesidad de una mayor eficiencia de gastos y de reforzar los ingresos, que es "donde tiene que venir la fuente fundamental de estabilidad para la situación financiera" de RTVE.
Desde que el Gobierno de Zapatero decidiera acabar con la publicidad en la cadena pública, los ingresos de RTVE provienen exclusivamente del Estado y de las aportaciones de los operadores de telecomunicaciones y las cadenas de televisión. Según Echenique, esas aportaciones habrían caído un 40% desde que entrara a liderar la corporación.
Echenique pierde ahora una batalla en la que resultó ganador el pasado junio, cuando el Gobierno sí le concedió una primera aportación extraordinaria a través de la SEPI de (casualmente) la misma cifra que ha vuelto a pedir ahora: 130 millones euros. Un mes después, Echenique presentó ante Hacienda un plan de ajuste de 50 millones de euros que no ha logrado convencer al departamento de Montoro. Como esta vez no ha habido suerte, Echenique decide abandonar su cargo en señal de protesta.
Según un comunicado de RTVE, el consejero José Manuel Peñalosa asumirá la presidencia en funciones de la entidad pública. En una carta dirigida a los trabajadores, Leopoldo González-Echenique señala que, después de dos años de gestión, "ha llegado el momento de dar el relevo", aduciendo para ello "motivos estrictamente personales, porque estoy convencido de que es lo mejor para la Casa".
Una deuda patrimonial de 400 millones
"Esta etapa se ha caracterizado por un progreso en la eficiencia en todas las partidas de gasto, ya sea en las cuentas de edificios y energía, transportes y viajes, servicios de tecnología de la información o derechos de autor, entre otras, que alcanzan en estos dos años un reducción del 25%", relata el comunicado.
RTVE presume de que "en menos de dos años" la corporación ha reducido el gasto de 1.200 millones a 960 millones a cierre de 2013, aunque no recuerda que esa cifra superó en 20 millones de euros el gasto presupuestado, agrandando con ello el déficit de RTVE.
Hay que destacar que el coste de la plantilla es una de las partidas más significativas del gasto de la televisión pública. Y es que el sueldo de 6.400 empleados se lleva cerca de un tercio de esos 960 millones. La ineficiencia de la gestión de su personal se pone aún más de manifiesto si se compara con los gastos de personal de cadenas como Atresmedia o Mediaset. En ambos casos, los empleados de cada cadena privada apenas superan las 1.500 personas y sus costes de personal rondan los 150 millones de euros, tres veces menos que la cadena pública.
¿Cómo es posible que una cadena pública necesite 6.400 personas para hacer una televisión que el resto hace con 1.500? Si a esta cuestión le añadimos la pérdida de audiencia que lleva sufriendo TVE en los últimos años, el problema es aún más escandaloso. Y es que La 1 ha perdido este año el 10% de la cuota de pantalla que ostentaba, situándose a más de cuatro puntos de Antena3 y Telecinco, que superan el 14%.
A pesar de los reiterados intentos por ajustar el presupuesto por parte del Gobierno, las últimas cuentas oficiales de la corporación pública están muy lejos de salir de los números rojos. A cierre de 2013, las pérdidas acumuladas del grupo ascendían a 716 millones de euros desde el año 2007, de las cuales 400 millones correspondían a pérdidas patrimoniales. A esta cuantía habría que sumarle los 100 millones anuales de déficit crónico antes mencionados.
Sobresueldos, derroche y lujos
Pero la gestión de RTVE, no sólo se ha puesto en entredicho con Echenique al frente. El Tribunal de Cuentas publicó hace unos meses un informe que destapaba las numerosas irregularidades que se habían cometido en el organismo público entre los años 2010 y 2011, con Alberto Oliatt, como presidente.
El documento dedicaba varios apartados a las condiciones de los directivos del grupo, cuyas retribuciones variables ligadas a objetivos subían, a pesar de que la corporación no llegaba a cumplir esos objetivos, "algo que no le parecía razonable" al Tribunal de Cuentas.
Las indemnizaciones de sus altos cargos también fueron un motivo de investigación para el Tribunal de Cuentas que constató que la cuantía abonada por RTVE por el cese de 20 directivos "incurrió en numerosos incumplimientos" que supusieron un gasto de más de un millón de euros y que fue "muy superior al acuerdo del estatuto de los Trabajadores y al Real Decreto 1382/1985 que regula los contratos de la alta dirección".
El documento también hace referencia a las deficiencias en el gasto del resto de la plantilla de la cadena pública y otras irregularidades en su contratación. Dietas, privilegios de las corresponsalías, transporte de empleados e invitados... Las graves negligencias que se han venido sucediendo en la administración de la corporación en estos últimos años la sitúan al borde de la bancarrota.