El presidente de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, se anota otro éxito empresarial. Orange lanzó el pasado martes una OPA por Jazztel a 13 euros la acción, lo que supone una prima del 34% sobre una media ponderada de las últimas 30 sesiones.
La compañía francesa llegaba a un acuerdo con Pujals, su principal accionista, para adquirir el 100% del capital de Jazztel valorado en más de 3.334 millones de euros. Para ello, Orange comprará el 14,48% del capital que posee Pujals, y éste, ingresará la friolera de 490 millones de euros.
Se trata del segundo éxito bursátil del empresario cubano. El primero comenzó a fraguarse en el año 1985 en el madrileño Barrio del Pilar. Fue entonces cuando Pujals abrió su primer restaurante Pizzaphone, que después se convertiría en Telepizza y que llegaría a convertirse en el líder del mercado de pizzas español. El presidente de Jazztel, hijo de padres españoles, llegó a España de la mano de Johnson & Johnson, sólo cuatro años antes de inaugurar su pequeña pizzería.
"Empecé en una tienda, hacía pizzas, trabajaba por las noches y fines de semana. Decían que desprestigiaba lo que era un directivo. Me ponía un polo, unos vaqueros, una gorrita y me ponía a vender pizzas. Alguien de Johnson & Johnson no podía hacer eso, pensaban los compañeros. Pero es que así, nadie haría nada", cuenta el presidente de Jazztel en una entrevista en La Razón.
Pero antes de llegar a nuestro país, Pujals ya había aprendido a lo que era nadar entre tiburones. A los 13 años tuvo que exiliarse de Cuba y marcharse EEUU con su familia por la dureza el régimen Castrista. Otra de sus lecciones más valiosas sería la Guerra de Vietnam. "Te ponían a correr y correr y correr, con un bulto atrás de 50 kilos y quien no corría, fuera. Dormíamos tres horas diarias, y cuando estabas recibiendo una lección yo me ponía de pie porque si me quedaba sentado me dormía. He visto a hombres mayores llorar por no poder aguantarlo", relata.
En los once años que estuvo al frente de Telepizza, Pujals catapultó a la compañía a lo más alto. En 1996, la empresa salió a bolsa y un año más tarde compró Pizza World, lo que le llevó a alcanzar más del 50% de la cuota de mercado.
La carrera de Telepizza era imparable y fue entonces cuando Pujals decidió bajarse y vender el 30% del capital que poseía. Había fundado su empresa con un capital de 62 millones de pesetas y la vendía por 300 millones de euros. Los mercados aclamaban su hazaña.
Lejos de plantearse la retirada, Pujals puso en su punto de mira a las telecos. En 2004, una famélica Jazztel llamó la atención del cubano. Pujals compró el 25% de la operadora fundada por el argentino Martín Varsavsky por 61 millones de euros y relanzó la compañía. Ahora, diez años después, vende la empresa por casi 500 millones de euros y reaviva la leyenda.