El Producto Interior Bruto (PIB) de Japón experimentó en el segundo trimestre del año una contracción aún más profunda de lo estimado inicialmente al registrar una caída de la actividad del 1,8% respecto a los tres primeros meses, lo que implica un retroceso anualizado del 7,1%, el mayor desde 2009, según la segunda estimación publicada por el Gobierno nipón.
Los datos publicados constatan la gravedad del impacto negativo derivado de la subida del IVA aplicada desde el pasado 1 de abril, cuando el impuesto que grava el consumo subió al 8% desde el 5% anterior, lo que provocó un desplome del consumo privado, cuyo peso en la economía japonesa alcanza el 60%.
En concreto, la demanda doméstica registró en Japón un retroceso del 2,8%, una décima más de lo previsto inicialmente, lo que se tradujo en una caída del 5,1% del consumo privado, frente al descenso del 5% de la estimación preliminar. Por su parte, la demanda de las administraciones públicas no experimentó variación respecto al primer trimestre, cuando inicialmente se esperaba un crecimiento del 0,2%.