Lanza un jab, esquiva hábilmente…ambos púgiles mantienen la guardia y…directo al mentón. Como si de un combate de boxeo se tratara, la pelea entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y los holdouts (fondos NML y Aurelius) parece que no se detendrá hasta llegar al K.O. Mientras que el gobierno argentino trata de cambiar la jurisdicción de los bonos de reestructuración de deuda con el objetivo de eludir el bloqueo del juez Thomas Griesa -ordenado éste para forzar el cumplimiento de su sentencia que obliga a pagar a los holdouts-, los fondos NML y Aurelius no se achantan y lanzan su ofensiva.
En la otra punta del continente americano, en el estado de Nevada, el fondo NML ha rastreado activos millonarios vinculados a empresarios afines del poder kirchnerista. En total, 123 sociedades fantasma serían supuestamente propiedad del empresario y amigo de los Kirchner, Lázaro Báez, con las que habría lavado dinero por valor de 65 millones de dólares, procedente de las arcas públicas argentinas.
Ante tales indicios de delito, el juez de Las Vegas Cam Ferenbach ha abierto ya una investigación para que dichas sociedades entreguen información sobre sus dueños antes del 12 de septiembre.
Para la exposición del entramado societario ante el juez Ferenbach, NML se basó en la tesis del fiscal argentino José María Campagnoli, quien fue apartado por el Gobierno al investigar a Lázaro Báez. Actualmente dicho fiscal se encuentra encallado en un juicio por extralimitación de jurisdicción, en donde a causa de la renuncia de un miembro del jurado previsiblemente se haya de volver a repetir un proceso judicial que tenía casi ganado.
El juez de Las Vegas en su fallo refrendó la investigación en la que se acusa a Báez de supuestas operaciones de lavado de dinero por medio del estudio Mossack & Fonseca, con sede en Panamá y sucursales en paraísos fiscales, y con otras dos firmas de las islas Seychelles.
Un segundo ‘empresario’
Días atrás, los holdouts o bonistas fuera de los canjes de reestructuración de deuda ampliaron el círculo de búsqueda a otro conocido empresario del kirchnerismo. En una presentación organizada por el lobby a favor del pago a los holdouts, American Task Force Argentina, el abogado de NML Robert Cohen dio a conocer las demandas impuestas contra el empresario Cristóbal López en los tribunales de Nevada.
De la misma forma que con Báez, los holdouts se encuentran confiados a "identificar millones de dólares" procedentes de las arcas públicas argentinas, que sirvan como pago del montante de dólares que les adeuda el gobierno argentino.
Por su parte, la investigación conjunta del diario The Guardian y la ONG anticorrupción International Consortium of Investigative Journalist reveló cómo Cristóbal López se asoció para sus negocios en EEUU con Sarah Petre-Mears, testaferro profesional o directora nominal de sociedades de terceros. López, empresario kirchnerista vinculado a la industria del juego, trató sin éxito de expandirse por los EEUU. Apenas seis meses de abrir un casino en Florida, la falta de costumbre a la competencia le hizo cerrar el negocio, dejando a 300 empleados en la calle y afrontando un pago de 400.000 dólares por irregularidades contables.
Cabe resaltar cómo ambos empresarios vinculados al gobierno argentino han usado para adentrarse en los Estados Unidos las mismas técnicas que Kirchner desprecia. El empleo de testaferros para esconder sociedades fantasmas que laven el dinero procedente del país de la plata y refugiarse así en una "guarida fiscal" no es precisamente la actitud ética que el kirchnerismo propugna en Buenos Aires.
Báez y Kirchner
Las sospechas por corrupción sobrevuelan al matrimonio Kirchner, debido al inexplicable aumento de su fortuna durante sus años en el poder. Desde el ascenso de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003 hasta el año de su fallecimiento en 2010, el patrimonio matrimonial aumentó de 2,5 millones a los 17,7 millones de dólares (600%). Entre los años 2007 y 2008, la cuenta de los Kirchner trepó de los 5,4 millones a casi 13 millones de dólares. Y eso que sólo se trata del patrimonio conocido.
La presidenta Kirchner en 2012, durante una conferencia en la Universidad de Harvad, dio por natural su patrimonio ya que "teníamos y tengo una determinada posición económica que ha sido producto de que he trabajado toda mi vida y he sido una muy exitosa abogada. Ahora soy una exitosa presidenta también, gracias".
Ante la inconsistente defensa, no pocos son los que para explicar semejante fenómeno se apoyan en un tercero: Lázaro Báez. Este empresario es amigo del fallecido Néstor Kirchner desde los años setenta, con quien jugaba al baloncesto y militaba en el movimiento peronista durante los años universitarios en el estado de Santa Cruz, lugar de donde era natural Néstor Kirchner.
Báez amasó su fortuna gracias a Austral Construcciones S.A, creada semanas antes de que el presidente Néstor Kirchner ganara las elecciones en 2003. Con ella, el empresario ha recibido cientos de millones en contratos de obras públicas para el estado de Santa Cruz, siendo actualmente el mayor empleador privado de la región.
Pesar billetes en vez de contar
El entramado de corrupción fue destapado por el conocido periodista argentino Jorge Lanata, en su programa de investigación Periodismo para todos. Mediante cámaras ocultas, el contable Leonardo Fariña confesó haber manejado una fortuna de 5.000 millones de dólares para Báez, la cual le ayudaba a trasladar a la firma de servicios financieros La Rosadita, situada cerca de la Casa Rosada, para más tarde enviarse los millones a paraísos fiscales.
El propio Fariña cuenta en la entrevista cómo debido a la ingente cantidad de dinero, en vez de contarse a mano, se pesaba para determinar su valor. Asimismo, Periodismo para todos consiguió entrevistar de la misma forma al dueño de La Rosadita, Federico Elaskar, quien corroboró las confesiones de Fariña.
Con la emisión del programa y del escándalo generado, ambos se retractaron. Aún con ello, pocos dudan de la realidad confesada en el programa al haber sido ratificada además por otras fuentes próximas al poder como la propia la exsecretaria personal de Néstor Kirchner, quien asegura haber sido testigo "frente al despacho presidencial" de la trama corrupta.