El conflicto árabe-israelí, la insurgencia del Estado Islámico en Iraq, los enfrentamientos entre Ucrania y Rusia, la grave situación interna que atraviesa Libia, el hundimiento socioeconómico de Venezuela… Sin duda, los conflictos geopolíticos de los últimos años parecen aportar todos los ingredientes necesarios para que el precio del petróleo se dispare.
Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente al escenario que marcan los manuales teóricos. Como vemos en la gráfica siguiente, el crudo (en este caso, el barril de Brent) se ha mantenido más o menos constante durante el periodo observado, con oscilaciones moderadas y sin grandes altibajos. Estamos, pues, ante un periodo de inestabilidad geopolítica que, sin embargo, no se ha traducido en la volatilidad energética de antaño.
Países que evitan que se dispare el crudo
Evidentemente, la oferta de oro negro ha vivido restricciones significativas en muchos países productores. Por tanto, la única forma de que ese precio se mantenga estable pasa por un aumento de la producción en otras naciones generadoras de crudo. Aquí entran en juego países como Brasil, México, Canadá y, sobre todo, Estados Unidos.
En el caso brasileño y mexicano, el desempeño de los últimos años tiene mucho que ver con la progresiva liberalización de estos sectores. Hace algunas décadas, ambos países mantenían su mercado energético en un marco regulatorio caracterizado por la falta de competencia, inversión e innovación. La situación actual es muy diferente, aunque se esperan más reformas aperturistas que, en paralelo, repercutirán en más producción y eficiencia. Esto ayudará a estabilizar el precio del petróleo a nivel mundial, como ya ha estado ocurriendo en los últimos años.
En el caso de Canadá, las plataformas petrolíferas de alta mar son la principal fuente de crecimiento. Se espera, de hecho, que 2015 esté marcado por nuevos aumentos en la capacidad de estas explotaciones. De este modo, el país norteamericano seguirá ejerciendo un importante contrapeso que presionará a la baja el precio del crudo a nivel global.
EEUU, a la cabeza
Por otro lado, aunque Brasil, Canadá y México tienen mucho que decir en este proceso de cambio, el papel protagonista de esta nueva revolución energética se lo lleva Estados Unidos, aupado por el boom productor que ha supuesto el desarrollo del fracking. De acuerdo con el Instituto Alemán de Estudios Internacionales y Seguridad, "sin el fracking desarrollado en EEUU, hoy tendríamos precios mucho más elevados y un mercado en crisis".
Tal y como explica Peter Kaznacheev, "los avances tecnológicos que ha desarrollado el país norteamericano son significativos. Hablamos de la perforación horizontal y la fracturación hidráulica, aunque también de mejores procesos para la recogida y la interpretación de datos sísmicos. En el año 2000, el gas de esquisto generaba el 1% del consumo de gas natural en EEUU; hoy ya supone el 26% y se espera que en 2035 ya sea más del 46%".
La revista Forbes subraya que esta evolución es un resultado de las buenas consecuencias que tiene la libertad económica. De hecho, la publicación cita a Australia y Canadá como otros dos ejemplos de países en los que la innovación capitalista y la estabilidad institucional están ayudando a desarrollar grandes cambios en el sector energético.
Aunque todo el mundo se beneficia indirectamente de estos desarrollos, evitando el alza de precios, nadie sale mejor parado que los propios estadounidenses. En su caso, las emisiones de CO2 per cápita han bajado a niveles de los años 60, la factura eléctrica se ha abaratado y la creación de empleo se ha acelerado.
En territorios como Dakota del Norte, uno de los grandes líderes en este tipo de producción, el fracking ha duplicado los salarios más bajos, logrando además un escenario de pleno empleo, a pesar del notable aumento de la población que motiva la creciente llegada de trabajadores a este Estado. Esta evolución también se apoya en el buen comportamiento de Texas y Pennsylvania. Se espera que otros territorios se unan poco a poco al boom del fracking, al hilo de los buenos resultados apreciados allí donde se han dado los primeros pasos.