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La inflación y el default llevan al límite a los comercios argentinos

La incertidumbre generada por el impago y la inflación acumulada cercana al 40% hacen prever una caída mayor del consumo en Argentina.

La incertidumbre generada por el impago y la inflación acumulada cercana al 40% hacen prever una caída mayor del consumo en Argentina.

A pesar de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró este jueves que considerar que Argentina haya entrado en default es una "pavada atómica", agencias de calificación como Standard and Poor’s o Fitch ya han situado al país en "suspensión de pagos selectiva o parcial". Lo cierto es que al llamado "engendro", tal y como ha apodado a esta situación el propio Kicillof, pocos en el país austral saben definirlo. Periodistas de renombre, como el locutor de radio Mitre Jorge Lanata, tildan la situación como de "default político, algo inédito en la historia".

La situación es digna del guión más enrevesado. Argentina tenía como límite para realizar el pago de 539 millones de dólares a los bonistas del canje de 2005 y 2010 este 30 de julio, tras los 30 días de gracia concedidos desde el incumplimiento de la cuota el pasado 30 de junio.

¿El motivo del impago? Una sentencia de la Corte Suprema de Estados Unidos de 2012 obliga a Argentina a hacer frente de forma prioritaria al pago de una deuda cercana a 1.600 millones de dólares (1.330 millones más intereses) a dos fondos de capital riesgo (NML y Aurelius). Estos fondos también son llamados "holdouts", ya que, a diferencia del 93% del resto de los bonistas, no aceptaron el canje de 33 centavos por dólar, tras la deuda generada por el masivo impago ocasionado en el corralito argentino de 2001.

Como guinda del pastel está la llamada cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), fijada dentro de los acuerdos de reestructuración de la deuda, vigente hasta diciembre de 2014, y que obliga a igualar cualquier oferta superior a los 33 centavos por dólar a los bonistas de los canjes. Es decir, si Argentina paga el 100% a los fondos de capital riesgo, también debe pagarlos a los bonistas que aceptaron los canjes. De ocurrir, el Ministerio de Economía argentino calcula un montante a pagar de 120.000 millones de dólares; la quiebra argentina.

ADEBA como única opción

Para evitar disparar la cláusula RUFO, la Asociación de Bancos de la Argentina (ADEBA) trató el miércoles in extremis de adelantar parte de la deuda que tiene el país con los fondos, para así "reemplazar" a éstos como acreedores. De esta forma, ADEBA sería el actor demandante y podría pedir al juez instructor, Thomas Griesa, que reponga el stay o aplazamiento del cumplimiento de la sentencia hasta enero, para poder Argentina pagar a los bonistas de los canjes los 539 millones de dólares.

Dicha opción fue rechazada el miércoles a medianoche por el propio Kicillof -y este jueves por Cristina Kirchner-, ya que no se comprometía a pagar por dichos bonos el 100%, sino el 30% como al resto de bonistas de los canjes, con lo que bancos y fondos no recuperaban el dinero.

Gaza y el default

Lejos de la reflexión, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en su discurso de este jueves por la tarde en la Cadena Nacional, apoyó decididamente la actuación del ministro Kicillof y comparó la situación que vive Argentina con la guerra entre Israel y Hamas en Gaza. "Esto también es violencia, son misiles financieros, que cuestan vidas", aseguró.

Por su parte, Alberto Asseff, de la coalición opositora Frente Renovador, destaca a Libre Mercado que "el grave error del Gobierno fue dejar que el asunto llegara a la situación crítica". La oposición en bloque acusa al Ejecutivo liderado por Cristina Kirchner de "inacción ante el problema", debiendo haberse activado los acuerdos "hace dos años cuando se dictó el fallo o, como mínimo, cuando la Corte Suprema lo ratificó hace mes y medio". Al mismo tiempo, Asseff asegura que "se debe aceptar que los bancos paguen parte de la deuda, ya que es la única solución para reponer el stay".

Pronósticos de un 45% de inflación

Economistas independientes, la oposición e, incluso, el propio exministro de finanzas del fallecido Néstor Kirchner, Guillermo Nielsen, pronostican una inflación del 45% en Argentina -ahora cercana al 40%-.

En este sentido, los pequeños comerciantes alertan del asfixiante clima económico que lleva a la deriva a sus negocios. "Hay que detener la inflación como sea", comenta a LM Mercedes, dueña de una pequeña tienda de ultramarinos del barrio bonaerense de San Telmo.

"Todo sube. Por ejemplo, la Coca-Cola hace un año y medio subía una vez cada cinco meses, desde febrero para acá aumenta el precio cada dos meses, y así con todo", señala la comerciante. "La gente se cree que les estás robando, que les aumentas los precios porque vos tenéis ganas", responde con enfado, ante el estrés de la situación en la que se encuentra. "Tratamos de no aumentar, pero estamos al límite, no conseguimos vender".

"No te compran ni un café"

Hastío es la sensación común generalizada en las pequeñas y medianas empresas, tras conocer los últimos acontecimientos macroeconómicos de su país. "Con lo del default, la gente entra en pánico y no compra nada, no te compran ni un café", añade Juan Luis, camarero de toda la vida del barrio bonaerense. "Para mí, tienen que agachar más la cabeza -el Gobierno- y acabar con esto lo antes posible, en vez de estirarlo todo hasta diciembre. Falta mucho para diciembre", contesta visiblemente preocupado.

La pobreza en Buenos Aires crece más allá de los barrios necesitados de Boca o Retiro, donde tradicionalmente han estado asentadas las villas -favelas argentinas-. "Hay gente en Buenos Aires que lo está pasando terriblemente mal", comenta a LM Josefina, integrante de una asociación vecinal que trata de repartir comida a los más pobres.

Esta octogenaria, nacida en Santiago de Compostela y que llegó al país en 1949, cuenta cómo la falta de empleo y los elevados precios de la cesta de la compra están machacando a parte de la población bonaerense. "Kirchner está haciendo un gran daño. No deja exportar lo que se produce acá, con lo que cada vez hay menos trabajo", apunta la española indignada mientras nos muestra los elevados precios que ha tenido que pagar por la compra del supermercado.

De Guatemala a guatapeor

La situación generada por el default no deja de complicarse por momentos. Bonistas de los canjes de 2005 y 2010 (bonos Discount) han empezado ya a dar los primeros movimientos para una tratar de realizar una ejecución adelantada de sus títulos renegociados.

El banco suizo USB fue el primero en realizar la consulta a la justicia norteamericana ( lugar donde se emitieron los bonos) para saber si podría estar en condiciones de demandar el pago adelantado de sus derechos de cobro. Algunos de estos títulos de deuda, como el bono Discount y el Par, contemplan la posibilidad de que el acreedor demande el 100% de la deuda en caso de incumplimiento. Esto tendría efectos similares a disparar la cláusula RUFO.

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