Cristóbal Montoro tenía este jueves uno de los Consejos de Política Fiscal y Financiera (CPFF) más tranquilos que se recuerdan. No había grandes temas a aprobar y pocos temas polémicos sobre la mesa. Incluso aunque la publicación de las balanzas fiscales, la semana pasada, ha agitado algo las aguas entre las comunidades, no parecía haber demasiadas ganas de lucha antes del verano. Al fin y al cabo, los grandes temas (los objetivos de déficit y deuda para los próximos años y la falta de un nuevo modelo de financiación antes del final de la legislatura) ya se habían presentado en anteriores reuniones.
Pero el ministro no ha querido pasar la ocasión y ha aprovechado las buenas cifras que ofrecen los mercados a la deuda pública para ofrecer a los consejeros de Economía un regalo inesperado: los intereses que pagan las regiones por el acceso al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) quedarán limitados al 1% entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2015. No ha sido una sorpresa total, porque ya lo había anunciado hace unos días. Pero sí ha llamado la atención la magnitud de la rebaja.
Hay que tener en cuenta que los tipos estaban en el 5,18% para los fondos de 2012, en el 3,91% para los de 2013 y en más del 2% para 2014. En total, podríamos estar hablando de unos 2.047 millones de ahorro, según las cuentas del propio ministro, del que se beneficiarán, fundamentalmente, las regiones que más hayan acudido a esta financiación. O por decirlo de otra manera: es una medida que ayuda a aquellas autonomías que estaban en una peor situación financiera (las más derrochadoras, que tenían completamente cerrado su acceso a los mercados). Además, se concede un año más de amortización para el FLA de 2012 y un año más de carencia al FLA de 2012, lo que reportan 2.080 millones más de liquidez.
Eso sí, la concesión tendrá un carácter finalista. Las comunidades tendrán que destinar los fondos que se ahorren al pago a proveedores y al déficit, nunca al gasto corriente.
Hay que recordar que de los casi 38.000 millones que se han repartido en estos dos ejercicios, más de 17.500 millones han ido a parar a la Generalidad catalana y 7.400 a la Junta de Andalucía. En 2012 y 2013, las comunidades que se acogieron al FLA fueron Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana. Las regiones que no acudieron a este fondo exigen al Ministerio que también se aprueben medidas que les beneficien.