Será "una reforma estructural", que buscará establecer un "sistema tributario moderno que favorezca el ahorro y la inversión". Soraya Sáenz de Santamaría tenía este viernes un cometido más agradable que en otras ocasiones: presentar la reforma fiscal con la que el Gobierno acudirá a finales de 2015 a las elecciones generales y que incluye una importante rebaja en el IRPF y el Impuesto de Sociedades.
Tras dos años de malas noticias en el aspecto tributario, que iban al corazón de su electorado y desmentían algunas de las promesas que hizo el PP desde la oposición, la vicepresidenta y su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, han podido aparecer hoy mucho más sonrientes ante la opinión pública. El ambiente, los rostros, incluso el tono de voz eran totalmente diferente al de hace dos años y medio, cuando a los quince días de llegar a La Moncloa se anunciaba la mayor subida de impuestos que se recuerda.
No ha habido demasiados detalles. Eso queda para el lunes, cuando el ministro ha convocado a la prensa al Ministerio para explicar la letra pequeña. Pero las líneas maestras sí se han esbozado: habrá rebajas en el IRPF y Sociedades y no se tocará el IVA. En este sentido, Sáenz de Santamaría ha asegurado que se trata de una apuesta por una "reducción clara de la fiscalidad de las rentas del trabajo", con un "principio básico, hacer un sistema más equitativo", en el que se trate con "especial atención" a las familias. Por su parte, Montoro ha asegurado que "ha llegado el momento de bajar los impuestos a todos".
- La ayuda de 1.200 euros: el cambio en el IRPF incluirá la extensión de las ayudas que hasta ahora disfrutaban las madres trabajadoras con hijos menores de 3 años. Son 1.200 euros anuales que ahora irán destinados a las familias numerosas o con hijos o ascendientes con discapacidad. Montoro lo ha vendido si fuera un impuesto negativo sobre la renta; en realidad se trata de una ayuda directa de 100 euros al mes para estos contribuyentes, que podrán recibirla mes a mes o como deducción de un sólo golpe en la próxima declaración de la renta.
De esta forma, las familias con hijos o ascendientes dependientes con una discapacidad superior al 33%; las familias numerosas con tres o más hijos, o con dos y uno de ellos con discapacidad de más del 33%; así como familias numerosas de categoría especial recibirán 1.200 euros anuales. Estas ayudas son acumulables para cada una de las situaciones familiares. Además, se mantiene la ayuda para la madre trabajadora durante los primeros tres años de vida de su hijo.
- IRPF, base general: los tipos bajarán a lo largo de los dos próximos ejercicios. La reducción se aplicará en dos pasos: el primero entrará en vigor en enero de 2015 y el segundo en enero de 2016. Montoro ha asegurado que la reducción será tal que supondrá revertir por completo e incluso ir más allá de lo aprobado en diciembre de 2011. El ministro ha hablado de una "rebaja media del 12,5% para todos los contribuyentes", que llegará al 23,5% para las rentas inferiores a los 24.000 euros.
En esta cuestión, hay que destacar un aspecto que podría parecer anecdótico, pero es muy significativo. Según las cuentas de Hacienda, todos los contribuyentes pagarán menos IRPF en 2016 que en 2011 por los rendimientos del trabajo, excepto aquellos que cobren más de 100.000 euros. El Gobierno ha querido dejar una mínima subida para estos asalariados de alto nivel (de entre el 0,5 y el 1,5% de media), quizás para poder vender el mensaje de que sí sube impuestos a los ricos.
En cualquier caso, los cinco nuevos tramos del IRPF irán del mínimo del 19% (frente al 24,75% actual) al 45% (frente al máximo del 52% vigente). Hay que recordar que hasta ahora había siete tramos, con lo que no es fácil calcular cómo quedará la situación en cada caso, aunque sí puede intuirse que casi todos los contribuyentes con nómina saldrán ganando; y bastante en algunos casos.
Eso sí, lo que hay que tener en cuenta es que cada una de las rebajas se refiere a los tramos de renta, no a los sueldos de cada uno. Es decir, el que gane 25.000 euros netos verá reflejado un descenso del 24,75% al 19% por los primeros 12.000 euros, pasará del 24,75% al 24% por los siguientes 5.000 euros (hasta los 17.707 actuales del primer tramo), etc... Por eso es tan importante la bajada en el primer tramo, porque afecta a todos los contribuyentes, pero especialmente a los de rentas bajas, que concentran la mayor parte de sus ingresos en este escalón.
Por otro lado, también se anuncian cambios en los mínimos exentos y en las reducciones por rendimientos del trabajo, dos conceptos fundamentales en este impuesto, especialmente para las rentas bajas. Por eso, hasta el lunes no se conocerá exactamente cuánto mejora cada uno. En el siguiente cuadro, los nuevos tramos presentados este viernes:
Para comparar, quizás lo más gráfico sea ver cuáles eran los tramos vigentes en este momento:
Eso sí, Montoro ha admitido que las comunidades mantendrán su capacidad normativa en el conocido como tramo autonómico, por lo que aquellas que han utilizado sus competencias para subir los tipos podrán mantener esta decisión. Los contribuyentes de estas regiones también se beneficiarán de la rebaja del Gobierno en el tramo nacional, pero seguirán sufriendo tipos máximos superiores a los de sus vecinos.
Aquí pueden verse dos de los cuadros presentados este viernes por Montoro. Arriba, las cuentas de Hacienda sobre el ahorro que tendrán las rentas del trabajo en función de las ganancias de cada contribuyente. En el de abajo, los cambios en los mínimos familiares (falta por saber si hay cambios en el mínimo exento general y en la reducción por rendimiento neto del trabajo):
- IRPF, rentas del ahorro: también se revierte parte de la subida de diciembre de 2011, aunque no toda. Las cantidades superiores a los 50.000 euros mantendrán un tipo del 23%.
- Impuesto de Sociedades: el tipo general bajará al 28% en 2015 y al 25% en 2016, frente al tipo del 30% actual, lo que supondría igualar a las grandes empresas con las pymes. Eso sí, para estas últimas Montoro ha anunciado que podrán rebajar su gravamen hasta el 20% (frente al 25% actual) si se aplican dos deducciones de nueva creación para favorecer la autofinanciación y el endeudamiento empresarial.
Una de las principales novedades es que Hacienda incluye una nueva desgravación por reserva de capitalización para todas las empresas, con independencia de su tamaño, de tal manera que podrán destinar el 10% de su beneficio a provisiones o recursos propios para promover su autofinanciación y reducir su endeudamiento. Pero, además, para las pymes se introduce también una desgravación con el mismo objetivo para que durante cinco años puedan hacer provisiones y reducir su tarifa fiscal, de tal manera que las pymes que hagan uso de estas dos deducciones, que no exigirán obligatoriedad de inversión, tributarán a un tipo del 20%.
En sentido contrario, también se suprimirán algunas deducciones, aunque Montoro no ha concretado cuáles. La idea del Gobierno es aproximar la base imponible a lo que es el tipo efectivo del impuesto. No queda claro cuál será el impacto neto para las empresas (por una parte pagarán tipos más bajos; por otra, tendrán menos deducciones).
La reforma mantendrá la fiscalidad reducida del 15% para nuevos emprendedores y el Gobierno ha apuntado a un tratamiento más favorable para la I+D+i.
- IVA: no habrá subida de IVA, a pesar de las peticiones de Bruselas.