Habrá paz para los consumidores. Desde este viernes, los teleoperadores no podrán intentar venderte nada por la noche, en el fin de semana o en un día festivo.
Según la nueva Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, las empresas deberán llamar a sus clientes potenciales en horario comercial (de 9:00 a 21:00 horas) ya sea para ofrecerles un teléfono nuevo, un recibo de la luz más barato o un cambio de compañía de seguros.
Si no quieren enfrentarse a sanciones, los comerciales tampoco podrán llamar en número oculto, lo que le permite al consumidor blindarse ante el spam telefónico. El teleoperador estará obligado a identificar a su empresa, especificar claramente el fin comercial de la llamada y a explicarle al que está al otro lado del teléfono que tiene derecho a negarse a recibir sus llamadas con ofertas.
Además, cuando contraten una tarifa móvil por teléfono o Internet tendrán que informarles claramente del compromiso de permanencia asociado y las penalizaciones por incumplirlo. En caso de cancelación, la penalización deberá poderse prorratear.
Si le cambian la factura de papel al formato online también tendrán que pedirle permiso. Asimismo, la normativa se plantea la necesidad de confirmar por escrito los contratos que se cierren por teléfono.
Para poner coto a las contrataciones fraudulentas, la nueva ley reitera la necesidad de que haya un consentimiento claro del consumidor. Así, de no existir ese consentimiento, el consumidor no estará obligado a pagar a la nueva compañía o, en el caso de los suministros, volverá a la entidad que tenía contratada anteriormente.