La Audiencia Nacional ha declarado nulo el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Coca-Cola Iberian Partners, que afectaba a 1.190 empleados y que supuso el cierre de cuatro plantas, lo que supone la reincorporación de los trabajadores afectados a sus puestos de trabajo, según han informado a Europa Press en fuentes conocedoras de la sentencia.
En concreto, la Sala de lo Social condena la empresa a la readmisión de los empleados con el abono de los salarios dejados de percibir tras el anuncio del expediente.
La compañía ejecutó finalmente 821 despidos de los 1.190 que contemplaba el expediente, los cuales deberán ser readmitidos por la empresa con el abono de los salarios dejados de percibir.
De esta forma, la sala de lo Social de la Audiencia Nacional estima las demandas de los sindicatos UGT, CCOO y CSI-F contra la decisión de la empresa de aplicar el ERE, argumentando causas organizativas y productivas.
La resolución de la Sala explica que el origen del conflicto previene de la fusión de las ocho embotelladoras que la marca tenía en la Península Ibérica en una sola, en un proceso de integración del que resultó Coca-Cola Iberian Partners como compañía autorizada para preparar y envasar las bebidas en España y Portugal.
Fruto de esa fusión, la compañía puso en marcha una serie de ajustes que le permitieran un ahorro de costes, entre los que figuraba reducir la plantilla a través de diferentes medidas como las prejubilaciones, las bajas incentivadas o las recolocaciones, así como los despidos forzosos en caso de que no se llegara al objetivo de la reestructuración.
Los sindicatos se negaron a aceptar el acuerdo si ello suponía el cierre de fábricas, como efectivamente ocurrió con las de Fuenlabrada, Palma de Mallorca, Alicante y Asturias.
Ahora, según han señalado fuentes jurídicas, la sala de lo Social ha declarado nulo el despido colectivo por cuanto el nuevo empleador es un grupo de empresas laboral que nunca se ha constituido formalmente como empresario, no habiendo informado ni negociado el cambio de empresario con los representantes de los trabajadores, que se encontraron "sorpresivamente" con dicho cambio al ser convocados para negociar el despido colectivo, a pesar de mantenerse de alta cada uno para su empresa respectiva.
"Se ha producido, por tanto, un completo y manifiesto incumplimiento de las obligaciones de información, consulta y negociación en el supuesto de cambio de titularidad de la empresa. Y no se trata de un incumplimiento situado en el pasado (...), es un incumplimiento que se mantiene en el presente y se proyecta sobre el periodo de consultas del despido colectivo, porque en ese momento la información y documentación sobre la constitución del grupo era todavía incompleta", señalan los jueces.
En este sentido, añaden que la forma de proceder, al constituir el ámbito del despido sin ni siquiera haber informado a los trabajadores del cambio de empresario, no puede en modo alguno considerase conforme con "una mínima exigencia de buena fe negocial". "Concurre por ello causa de nulidad del despido colectivo", subrayan.
En relación con la falta de información facilitada por la empresa, la sentencia también explica que Coca-Cola Iberian Partners debió haber entregado a la comisión negociadora un plan detallando los planes de reestructuración respecto de la producción.
No ha habido información
No se ha proporcionado la información reclamada por los representantes de los trabajadores durante la negociación (...) sobre cuál era la forma de distribuir la producción entre plantas y líneas antes de la reestructuración y cómo se prevé hacerlo después", señalan los magistrados, para quienes esa información sí era relevante para valorar las causas y negociar sobre la posibilidad de evitar o reducir los despidos y sus efectos, por lo que esa omisión informativa "sí se anuda a la consecuencia de la nulidad del despido".
La sala de lo Social acepta además otro de los argumentos de los demandantes respecto a la irregularidad de las prácticas de "esquirolaje" puestas en práctica por la compañía de bebidas durante la huelga masiva de los trabajadores de la planta de Fuenlabrada (Madrid).
Según los magistrados, "en este caso ha existido una conducta ilícita que es imputable a CCIP y que ha tenido como finalidad y efecto minorar las consecuencias del ejercicio por los trabajadores del centro de Fuenlabrada de su derecho constitucional de huelga".
Puesto que la sentencia no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, esas readmisiones no se producirán hasta que haya fallo del Alto Tribunal.