Metrovacesa ultima la venta de la participación del 27% que tiene como primer accionista de la inmobiliaria francesa Gecina, un porcentaje que está valorado en unos 1.780 millones de euros en función de los actuales precios de mercado de la filial gala.
La compañía trabaja en traspasar este porcentaje en la firma patrimonialista francesa a los fondos Blackstone e Ivanhoé, según adelanta el diario Expansión en su edición de este lunes.
Metrovacesa ultima su desinversión en Francia en paralelo a Realia, que recientemente anunció un acuerdo para vender su también filial patrimonial gala SIIC de París.
La inmobiliaria de FCC y Bankia prevé cerrar en unos días la participación de control del 58,95% que tiene en SIIC de París a la también firma de inversión inmobiliaria gala Eurosic por un importe de 559 millones de euros.
Respecto a Gecina, a cierre del pasado año contaba con una cartera patrimonial, compuesta fundamentalmente por oficinas y residencias de estudiantes y principalmente ubicado en París, que presentaba un valor de mercado de unos 10.700 millones de euros.
La compañía gala, que soporta un endeudamiento de unos 4.246 millones de euros, cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 313,4 millones de euros, un 1,5% más respecto al pasado año, e ingresos por alquileres de 589 millones de euros.
Metrovacesa, la compañía actualmente controlada por cinco bancos, anunció su intención de vender su participada gala en agosto de 2013, unos meses después de que a comienzos de ese año la inmobiliaria dejara de cotizar en Bolsa.
Inversión de 2005
Metrovacesa se hizo con el control de Gecina en 2005, cuando la compañía española estaba controlada y presidida por Joaquín Rivero. Entonces se hizo con el 68,54% del capital de la francesa a través de una oferta pública de adquisición (OPA) que se valoró en 3.801 millones de euros.
A comienzos del año 2007, tras la guerra de OPAs librada durante el año anterior por el control de Metrovacesa entre Rivero y los Soler y la familia Sanahuja, las dos partes acordaron dividir la empresa.
De esta forma, convinieron en que Rivero y Soler se quedarían con el control de Gecina, mientras que los Sanahuja mantendrían el de la inmobiliaria española, que a su vez contaría con una participación en la empresa gala.
En 2009, ante las tensiones surgidas en el consejo de Gecina por las dificultades de ejecutar el pacto de segregación de Metrovacesa, Joaquín Rivero renuncia a la presidencia de la inmobiliaria patrimonialista francesa.
En la actualidad, las sociedades instrumentales por las que Joaquín Rivero y los Soler participan en Gecina están en concurso de acreedores. De su lado, Metrovacesa está controlada por el grupo de bancos que ejecutaron las deudas de los Sanahuja. Se trata del Santander, BFA, Banco Popular, Banco Sabadell y BBVA.
La inmobiliaria aprobó recientemente en junta de accionistas reducir su capital social en un importe de 1.077 millones de euros con el fin de restablecer su equilibrio patrimonial, que se ha visto disminuido por las pérdidas de los últimos años.